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El Ibex ha caído un 0,69% semanal, hasta 8.174,9; la prima ha subido 22 puntos básicos

El seísmo en los mercados queda reducido a una tormenta en una taza de té

La tormenta perfecta se ha quedado en una brisa moderada. La vuelta de las posiciones cortas y el ruido político en torno al caso Barcenas han pasado factura a los mercados. Pero no tanta. El Ibex ha recuperado hoy un 2% y ha cerrado en los 8.174,90 puntos; en la semana el descenso se ha quedado en el 0,67%. En el cómputo anual, el selectivo empata de nuevo. La prima de riesgo ha subido 22 puntos básicos, hasta 375.

Imagen de un panel de cotizaciones en Tokio
Imagen de un panel de cotizaciones en Tokio

Todo el pesimismo del comienzo de la semana, con el Ibex derrumbándose un 3,77% y perdiendo el nivel de los 8.000 puntos, ha terminado sido vencido. ¿Por qué? ¿Porque la Unión Europea ha llegado, por fin, a un acuerdo sobre el presupuesto comunitario? ¿Por los buenos datos económicos publicados en China? Luis Benguerel, de Interbrokers, resume que "la situación se ha calmado" y añade que, "después del ataque de los bajistas tras abrirse de nuevo la veda, la mayor parte de las posiciones cortas se han cerrado".

El Ibex ha terminado con una escueta corrección del 0,67% en las últimas cinco sesiones. Y hoy la subida se ha fraguado por todo lo alto y, especialmente, en los últimos compases de la negociación. Ha avanzado un 2%, hasta los 8.174,90 puntos; eso sí, el punto de duda desde el punto de vista del análisis técnico ha sido el exiguo volumen de negocio. Solo se han movido 1.624 millones de euros, según Infobolsa, por debajo de los ya raquíticos 2.512 millones de deuda diaria en los pocos días que van de febrero.

La prima de riesgo, que se ha acercado en la semana peligrosamente al nivel de los 400 puntos básicos, ha terminado con aumento relativamente asumible. Ha finalizado en 375, frente a los 353 a los que concluyó el viernes de la semana pasada. El diferencial de la rentabilidad de la deuda española a 10 años frente al sacrosanto bund alemán se ha visto impulsado por dos factores simultáneos, y viejos conocidos para la deuda nacional. No en vano, el riesgo-país nacional rozó los 650 puntos básicos el pasado verano, gracias a que el rendimiento del bono español superó el 7%, al tiempo que el de su homólogo germano tocó el 1,13%. Pues bien, hoy la deuda teutona ha concluido al 1,61% y la española, al 5,37%.

"Los datos de exportaciones e importaciones publicados en China correspondientes al mes de enero han superado con creces las estimaciones de los analistas y muestras una incipiente recuperación de la segunda mayor economía mundial, incluso a nivel de su demanda interna, algo que tiene una importante trascendencia para otras economías que exportan sus productos a este país tales como la estadounidense o las europeas", señalaban desde Link Securities en su informe diario.

La subasta de deuda del Tesoro del jueves, en la que se vio obligado a pagar más pero consiguió sobradamente el importe previsto, ha certificado que los mercados continúan abiertos para España. Ese mismo día, Mario Draghi, en su comparecencia mensual para dar cumplida cuenta de las expectativas económicas y de inflación, consiguió frenar el ímpetu alcista del euro, que superó los 1,37 dólares a lo largo del pasado viernes.

Esencialmente, y resumiendo mucho, el presidente del BCE dijo que una moneda tan fuerte frena las expectativas de inflación, por lo que se abre de nuevo la puerta a una eventual bajada del precio del dinero. Al mismo tiempo, advirtió que el Banco Central no será un mero espectador ante las políticas monetarias de Estados Unidos y Japón que inducen a la depreciación de sus divisas.

Así, la moneda única cotiza a 1,337 dólares, frente a los 1,364 del viernes de la semana pasada y los 1,339 de última hora de ayer.

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