2008: la cima de un sector en dificultades
Tras muchos años de bonanza económica y una próspera situación del mercado inmobiliario, el sector financiero español vivió su momento álgido entre 2007 y 2008, llegando a alcanzar su máximo histórico tanto en el número de oficinas como de empleados. Así, en septiembre de 2008 las entidades contaban con 46.221 oficinas, según el Banco de España. En septiembre de 2012, y sin finalizar el proceso de reestructuración bancaria que se vive en España, la cifra desciende hasta las 39.413 sucursales, lo que supone una reducción de 6.808 oficinas en cuatro años.
Este recorte se ha visto acompañado de la disminución del número de empleados, que alcanzó su máximo histórico también en 2008 con 278.301 personas. Al cierre de 2011, último año del que se disponen datos, esta cifra se reduce hasta las 248.093 personas, lo que supone la pérdida de 30.208 empleos en el sector bancario desde que se inició la crisis. Sin embargo, el ajuste más drástico vendrá este año, en el que se estima que se destruirán otros 20.000 empleos y cerrarán unas 4.000 sucursales.
Respecto al futuro del sector, los expertos aseguran que estará marcado por la superación de la crisis económica, con un descenso de la morosidad y un contexto económico en mejores condiciones para desarrollar la actividad.