Draghi también agita las divisas
El presidente del Banco Central Europeo hizo ayer un escueto comentario sobre la cotización del euro, sobreapreciado en las últimas semanas, y fue suficiente para que el mercado interpretara su disposición al activismo cambiario y relajase el precio de la divisa europea contra dólar y yen. Como hace unos meses con su anuncio de compras masivas de títulos de deuda en el mercado secundario de los países que solicitasen ayuda, ahora Mario Draghi ha vuelto a echar mano del lenguaje para bajar la temperatura de una divisa que estaba empezando a tener un precio demasiado incómodo para los exportaciones manufactureras europeas. El mensaje viene después de que varios dirigentes políticos en Europa hayan advertido sobre las políticas abiertamente intervencionistas con su divisa de Japón, y pretende advertir de lo arriesgado que sería abrir una disputa cambiaria con fines comerciales.
La salida de la gran crisis tiene que ser compartida, y no puede buscar ventajismo cambiario ninguna potencia económica, una vez que todas ellas, unas de una forma más explícita que otras, han dado por buena la expansión monetaria tanto vía tipos bajos como con expensiones cuantitativas. Y en materia de divisas únicamente cabe pactar la ausencia de agresiones mutuas.