El recelo sobre la banca española obliga a las ingenieras a buscar otros avales
Las compañías de ingeniería españolas se han visto obligadas a buscar avales alternativos a los de la banca nacional ante el rechazo de algunos países a aceptarlos en los concursos de adjudicación de obras, según la patronal del sector. Entidades extranjeras o sociedades de garantía recíproca surgen como alternativa.
Las dificultades que vienen afrontando las entidades financieras españolas y la mala imagen internacional que ha acompañado al sector desde el inicio de la crisis, que solo ahora parece empezar a disiparse, no solo se han traducido en una drástica reducción del crédito que conceden, o de la financiación que logran en los mercados, sino que también han puesto en duda la confianza misma en la garantía que supone su sello. Así viene ocurriendo en los últimos tiempos con los avales internacionales que firman las entidades españolas, según denunciaron ayer las empresas ingenieras, en unas jornadas sobre este asunto organizadas en la sede de la CEOE.
"Algunos países nos están rechazando los avales procedentes de entidades financieras españolas", denunciaba ayer Pedro Canalejo, vicepresidente de la patronal de ingenieras Tecniberia y presidente de Asicma, su organización madrileña, matizando que así ocurre en el "mayor y más inmediato" de los mercados, el de Latinoamérica, que está suponiendo un grave problema en Oriente Próximo y que no facilita la creciente incursión del sector en Asia.
A la hora de adjudicar una obra, los países suelen reclamar un aval por entre el 4% y el 5% del proyecto a las compañías que se presentan al concurso y otro, por el 8% o el 10% del mismo, al beneficiario de la ejecución, para los que "exigen unas garantías que la mayoría de bancos españoles no pueden ofrecerles", agregaba Francisco Cal, presidente de Tecniberia.
En concreto, muchos países exigen una calificación crediticia del avalista de AA+ y lo más frecuente es que no acepten nada por debajo de_BBB. Aún en el caso de quienes conservan estos ratings, "lo primero que toman en muchos casos es nivel del reino de España", con lo que una prima de riesgo disparada invalida también a la mayoría de entidades patrias.
"Es un grave problema para las empresas españolas de ingeniería, que tienen verdadera vocación internacional", asume Cal, recordando que el 39% de la facturación del sector en 2011, último dato del que disponen, provino del exterior. "Estamos mirando al mercado internacional, prácticamente la única salida para las empresas medianas y grandes del sector", apunta Canalejo "Este asunto nos afecta gravísimamente. Si no somos capaces de presentar ofertas no somos capaces de subsistir", resume.
Ante esta coyuntura, las ingenieras han comenzado a buscar alternativas, principalmente mediante la petición de avales a entidades extranjeras. "Deutsche Bank está colaborando con eficacia a resolver problemas de avalamiento en el mercado internacional. Ellos no tienen los problemas de credibilidad que tienen las entidades españolas", reseñan desde Tecniberia, donde apuntan también a Barclays y, en menor medida, a Citi o HSBC, como otras firmas a las que están acudiendo. Lo normal, no obstante, es que estas entidades exijan mayores garantías a cambio de su aval, algo complicado en plena crisis.
Otra vía que surge son las sociedades de garantía recíproca (SGR), que requieren un capital mínimo de 1,8 millones, "unos 12.000 euros entre 150 socios", pero pueden contar con otro 50% de capital público, y resultan una opción "más barata y con plazos mayores" que la banca.
Solo tres firmas mantienen la confianza
"Entidades españolas que no ofrezcan dudas en la prestación de avales internacionales hay tres, son BBVA, Santander y La Caixa", detalla Pedro Canalejo, vicepresidente de Tecniberia y presidente de Asicma. Aún así hay excepciones, como ha demostrado recientemente la adjudicación del llamado AVE a la Meca, en el que incluso el aval de las grandes firmas puso en duda que el proyecto cayera en manos españolas, ilustra. "A partir de ahí, también pueden ser admisibles Sabadell y Popular", mediante arduas negociaciones en muchos casos, "pero el resto de las entidades tienen graves dificultades" para ver aceptados sus avales. "Y si el número de entidades que tienen reconocida solvencia para emitir avales se limita a tres o cinco y a esas tenemos que acudir todas las empresas, pues obviamente es repartir un pastel muy pequeño entre muchas compañías". Una coyuntura difícil a la que no le ve pronta solución. Más bien lo contrario. "Los problemas se intensifican cada vez más y no parece que vayan a mejorar la situación a corto plazo. Mirad cómo está una entidad que parecía de máxima solvencia como es el caso de Bankia... O todas las cajas, con varias de ellas muy en entredicho", relata. En su opinión, queda largo trecho para culminar la reestructuración del sector financiero, y ver constituidas "las entidades solventes que demanda el mercando internacional" se le antoja "un horizonte de largo plazo". El vicepresidente de Tecniberia considera que "en ningún caso ocurrirá en 2013 o 2014" con lo cuál considera imprescindible "descubrir soluciones alternativas al avalamiento internacional", entre las que reclama al Gobierno un esfuerzo a través del ICO, hasta que vuelva la confianza en el país y sus entidades. "Y los titulares de estos días no ayudan", concluye, en referencia a los últimos casos de corrupción publicados.