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Apunta que las incertidumbres persisten

RBS advierte del riesgo de crédito que asume España con la banca y las autonomías

El aumento de la deuda pública que supondrá para el Estado el coste del rescate a la banca, la financiación de las comunidades autónomas en dificultades a través del FLA y la financiación del déficit de tarifa es foco de inquietud para Royal Bank of Scotland. La entidad advierte además de los problemas que seguirá afrontando la banca española y prevé que la morosidad se duplique en los próximos tres años, hasta alcanzar el 20%.

Royal Bank of Scotland valora el cambio de percepción con que el mercado empieza a contemplar a España y destaca que hay inversores finales -fondos de inversión, aseguradoras- detrás de las recientes compras de deuda y renta variable, no solo hedge funds. Pero advierte también de las incertidumbres que rodean a esta mejoría, como las próximas elecciones en Italia o, ya en clave doméstica, el desafío que supone el elevado desempleo en España y la caída del consumo interno y la economía.

La entidad advierte además que España no ha logrado reducir el vínculo entre deuda soberana y riesgo financiero y advierte de los peligros que está asumiendo el Estado al asumir, vía crecimiento de la deuda pública, el coste del rescate del sector financiero, de la financiación de las comunidades autónomas -con el Fondo de Liquidez Autonómica- y del déficit de tarifa, a través del Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (FADE).

Alberto Gallo, jefe de crédito para Europa de Royal Bank of Scotland, avisa que la deuda pública española superará el 100% del PIB en 2014, con lo que no se habrá resuelto el problema de fondo, el del desapalancamiento. Y apunta al riesgo de que el esfuerzo de financiación que debe abordar el Estado -en 2013 el Tesoro prevé captar hasta 230.000 millones de euros- termine por contaminar también a empresas y entidades financieras, que vean elevarse de nuevo sus costes de financiación. Gallo se muestra además escéptico sobre la recuperación del sector financiero.

Prevé que la morosidad se duplique en los próximos tres años, hasta alcanzar el 20%, como consecuencia del deterioro económico. Y duda de la capacidad de los bancos nacionalizados de devolver en el plazo previsto de cinco años las ayudas públicas recibidas del rescate europeo. Recuerda el peso que el tamaño del sector financiero español tiene sobre el PIB, uno de los más elevados del mundo, del 350%. Y propone como alternativa al endeudamiento público en favor de la banca la reestructuración suave de la deuda bancaria, con renegociación de plazos y tipos de interés.

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