Nozar presenta convenio y pide al juez que cambie a los administradores
Nozar ha pedido la retirada de los dos administradores concursales nombrados por el juez, a los que acusa de obstrucción y de estar "obsesionados" con la liquidación. La inmobiliaria ha presentado convenio de acreedores para salir del concurso en el que se encuentra desde 2009.
"Desde hace algún tiempo, mi mandante viene soportando una posición progresivamente hostil por parte de los profesionales que integran la administración concursal", dice la representación legal de Nozar en un escrito enviado recientemente al juez, al que ha accedido este diario. La actitud de los administradores -la jueza en excedencia Cristina Jiménez Savurido, y Luis Aurelio Martín Bernardo, del bufete DLA Piper- "impide el normal funcionamiento de la empresa".
La compañía controlada por la familia Nozaleda se declaró en concurso en septiembre de 2009 con un pasivo de 1.563 millones. Desde entonces se mantiene en esa situación, a pesar de que otras inmobiliarias con deudas mucho mayores, como Martinsa Fadesa o Habitat, han salido ya del concurso tras aprobar sus acreedores un convenio de pago de la deuda.
"Frente a la intención de la deudora de someter al juzgado y a los acreedores una propuesta de convenio", asegura Nozar en su escrito al juzgado mercanitl número dos de Madrid, la administración concursal "se inclina obsesivamente hacia la liquidación". La compañía, que fue una de las mayores inmobiliarias españolas de finales de siglo XX, recuerda que otras empresas del grupo que también se declararon en concurso prácticamente al mismo tiempo han presentado ya convenio, como Lena Construcciones, Viñedos y Crianzas del Alto Aragón, Aguas de Panticosa y, como hará próximamente, Boi Taull.
"Es manifiesta", continúa Nozar en su escrito al juez, "la actitud obstruccionista de la Administración Concursal en cuanto a la posible viabilidad empresarial, al negarse absolutamente a formular ni siquiera una de las demandas de acciones rescisorias de las que deberían proceder los recursos con los que hacer frente al pago en los créditos (...)". Los administradores nombrados por el juez en Nozar identificaron 19 acciones de reintegración por 180 millones de euros en diciembre de 2010 "sin embargo, han transcurrido ya más de dos años y no se ha formulado ninguna".
La inmobiliaria recuerda que la entrada en vigor de las nuevas tasas judiciales supondrá que si esas acciones llegan ahora a plantearse obligará al pago de 200.000 euros "solo debidos a la absoluta dejación de funciones de quienes tienen el deber legal de actuar en interés del concurso, ejercitando las acciones para las que la Ley les confiere legitimación".
La posición de los administradores ha sido de tal "hostilidad", dice la compañía, que siendo la Agencia Tributaria el mayor acreedor del concurso, y que contaba con un representante en la administración concursal, ha presentado su "dimisión" como miembro de la administración.
Nozar llega a manifestar en su escrito al juez que sobre los auxiliares delegados nombrados para apoyar la tarea de los dos administradores "la única constancia que mi representada tiene de su existencia se limita a la resolución judicial de nombramiento, sin que se conozca cualquier actuación de su parte".
Una proceso confuso con coste millonario
La familia Nozaleda tenía en 2006 de un imperio inmobiliario. Era dueña de los balnearios de Boi Taull y Panticosa y contaba con activos valorados en 2.780,2 millones. En 2005 Nozar facturó 575,6 millones.
Entre 2005 y 2006 los Nozaleda adquirieron participaciones en Astroc, Colonial, y Natraceutical con un valor que llegó a superar los mil millones de euros en Bolsa. El pinchazo de la burbuja se lo llevó todo. Un informe de la administración concursal presentado en diciembre de 2010 indicaba que el pasivo de la inmobiliria ascendía a 1.563 millones de euros, y el activo a 943 millones cuando se declaró en concurso, en septiembre de 2009.
El desarrollo del proceso concursal de la compañía es de lo más extraño. La declaración de concurso ya fue polémica: en 2008, casi un año antes de que la empresa se declarara en concurso, un acreedor, la sociedad Avalatransa, instó la medida. El juez impidió la demanda, a pesar de que Nozar se declararía en concurso meses después. En 2010 el juez retiró a los administradores que había nombrado, dos reputados profesionales en la materia, el catedrático en Derecho Mercantil Ángel Rojo y el economista Francisco Javier Ramos, y nombró a los actuales.
Los anteriores administradores reclamaron al juez la anulación de los pagos a entidades financieras que realizó la compañía durante los meses previos a su entrada en concurso. Y afirmaron que fueron las inversiones de Nozar en cotizadas y en Panticosa (240 millones) las que condujeron al grupo a la insolvencia.
Convenio con quitas del 93% en seis páginas
La administración concursal de Nozar presentará en los próximos días una respuesta al escrito enviado por la compañía al juez, según fuentes jurídicas consultadas. La administración concursal de Nozar está integrada por Cristina Jiménez Savurido, presidenta de la fundación Fibe (que reune a jueces y administradores concursales), magistrada en excedencia, jueza en el programa de televisión "Veredicto Final", y Luis Aurelio Martín Bernardo, que ha trabajado en Ernst & Young, en el bufete del ex político Miguel Roca Junyent y que actualmente lo hace en el despacho DLA Piper.
Frente a las acusaciones de la inmobiliaria, la administración recordará que ha apoyado desde su puesto los convenios de otras empresas de la familia Nozaleda y que las acciones de reintegración por valor de 180 millones probablemente no tengan posibilidad de prosperar. Advertirá de que la Agencia Tributaria dejó su puesto en la administración concursal de Nozar por posibles incompatibilidades. Además hará alusión a la propuesta de convenio a los acreedores presentado por la empresa y a la falta de información incluida.
El convenio, al que ha accedido este diario, ocupa seis páginas. Nozar propone cuatro alternativas de pago a sus acreedores: en metálico con una quita del 75% y espera de hasta 15 años; pago en metálico en seis meses al contado con una quita del 93%; transformar los créditos en préstamos participativos; convertir los créditos en acciones de Nozar, con un valor nominal de 2.366 euros cada una, siendo cien el mínimo de acciones que deberían adquirirse.
La compañía de la familia Nozaleda también propone la creación de una comisión de seguimiento del convenio, con cinco miembros.