Los accionistas de Banco Gallego tienen un mes para ampliar capital o perder su parte
Banco Gallego ha celebrado hoy una de las juntas generales extraordinarias más tensas y convulsas de su historia. El orden del día recogía una reducción de capital por pérdidas y un aumento de capital con aportaciones dinerarias, una operación acordeón, que básicamente obliga a sus socios a inyectar capital si no quieren perder su parte y dejar el 100% de la firma en manos del Estado.
Ni siquiera la asistencia masiva de accionistas -estuvo presente el 94% del accionariado, según fuentes consultadas- bastó para anular el único voto a favor, el del FROB, que controla el 49% de la firma a través de la nacionalizada Novagalicia.
Aprobada la operación acordeón, en una sesión bronca, que se alargó más de dos horas entre fuertes protestas, según relatan algunos asistentes, los accionistas tienen un mes para acudir a la ampliación de capital. De momento, solo el FROB_ha confirmado que participará, inyectando 80 millones de euros, tras haber advertido al resto de socios de que tiene poder para vender Banco Gallego "sin necesidad de obtener su consentiemiento". Lo que pretende hacer a corto plazo.
Restan por tanto 90 millones de euros para completar la ampliación, por 170 millones, aprobada ayer. De no aportar este nuevo capital, algunos accionistas podría perder del orden de 15 millones de euros por cabeza, según estiman en el entorno del banco.
El accionariado de este cuenta, entre otros, con el empresario Epifanio Campo (11,58%), Javier Ungría (11,48%), el actual presidente del Banco, Juan Manuel Ugoiti (7,41%), BNP Paribas (3,13%), Ramón Bahamonde (3,65%) y Amancio Ortega (2,46%), principal accionista de Inditex.
La junta también aprobó el balance de 2012, con pérdidas acumuladas de 275,6 millones de euros y un déficit patrimonial de 9,1 millones, según Europa Press.