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Recaudó 167.731 millones en 2012, un 4,2% más

Hacienda logra los ingresos previstos con la subida del IVA y Sociedades

El Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha asegurado que "hemos cumplido con creces los ingresos presupuestados para 2013". El ministro ha cifrado en 11.200 millones el aumento de los ingresos del Estado derivado de las subidas de impuestos. De esa cifra, 5.925 millones de euros los han aportado las empresas por el aumento del pago fraccionado del impuesto de sociedades.

El Gobierno sacó pecho hoy al presentar la evolución de los ingresos tributarios y constatar que se han cumplido las previsiones incluidas en los Presupuestos de 2012 "en una situación extremadamente difícil". La recaudación por impuestos ascendió a 167.731 millones frente a los 167.797 millones presupuestados y los ingresos totales alcanzaron los 215.517 millones, por encima de los 211.089 millones previstos. Sin embargo, cuadrar las cuentas no ha sido fácil, sobre todo, para el bolsillo de los contribuyentes. Lograr que los ingresos fiscales aumentaran un 4,2% en plena recesión ha sido posible después de que el Gobierno de Mariano Rajoy aprobara la mayor subida de impuestos de la historia.

Ante la evidencia de que la recaudación no se ajustaba a los Presupuestos, el Ejecutivo aprobó en julio la mayor subida del IVA desde que se introdujo el impuesto en 1986. Gracias a esta medida, que entró en vigor en septiembre, los ingresos derivados del principal impuesto indirecto alcanzaron los 50.464 millones, 2.773 millones más que los presupuestado y un 2,4% más que lo ingresado el año anterior.

Montoro reiteró durante la conferencia de prensa el buen comportamiento del impuesto sobre sociedades, cuya recaudación alcanzó los 21.435 millones, un 29% más que el año anterior. De hecho, Hacienda señaló que el impacto de los cambios normativos supuso 11.237 millones. Y más de la mitad de esa cifra se explica por el impuesto sobre sociedades y, en particular, por el aumento de los pagos fraccionados. Sin embargo, esta medida es un arma de doble filo ya que sirve para elevar los ingresos de un año pero reduce los del próximo. Las empresas abonan en abril, octubre y diciembre de cada ejercicio una declaración parcial del impuesto sobre sociedades, cuya liquidación definitiva se realiza en julio del año siguiente. Es decir, el aumento de los pagos fraccionados en 2012 supuso que las empresas adelantaran un dinero a Hacienda que deberá restarse en julio de este año, cuando se presente la declaración anual del año anterior.

De hecho, el Ejecutivo estima que los ingresos por el impuesto sobre sociedades registrarán un descenso anual del 11,3% en 2013, un retroceso que se explica, precisamente, por el aumento de los pagos fraccionados en 2012. El mayor impuesto por recaudación, el IRPF, aportó 70.619 millones a las arcas públicas, una cifra ligeramente superior a los 69.803 millones recaudados el año anterior pero inferior a los 73.106 millones que había presupuestado el Gobierno. En este caso, el Ejecutivo sobrevaloró la repercusión de la subida fiscal que aprobó en diciembre de 2011 -que supuso elevar entre 0,5 y siete puntos el tipo del IRPF- o infravaloró el deterioro del mercado de trabajo.

Montoro destacó que el impacto de las subidas fiscales ha sido equitativo y aseguró que el 80% de los ingresos adicionales por el aumento del IRPF lo han abonado el "20% de los contribuyentes con rentas superiores".

"Esperemos que el dato de déficit sea bueno"

Todavía habrá que esperar un mes para conocer el dato definitivo de déficit del conjunto de la Administración central en 2012. El objetivo se fijó en el 6,3%, descontando los números rojos derivados de las ayudas bancarias. Fuentes del Gobierno sugieren que esa cifra se superará en algunas décimas pero aseguran que, en ningún caso, sobrepasará el umbral del 7%. "Esperemos que [el dato de déficit] sea bueno", señaló el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que España cumpla el objetivo de estabilidad impuesto por Bruselas. En cualquier caso, el Gobierno entiende que la Comisión Europea no exigirá medidas de ajuste adicionales y recuerda que el esfuerzo que supone rebajar el déficit público del 8,96% registrado en 2011 a niveles inferiores al 7% durante un ejercicio en que el PIB_retrocedió un 1,3%.Montoro reconoció que para llevar a cabo ese objetivo, el Gobierno renunció a sus promesas electorales. "En 2012 no se ha aplicado nuestro programa político, pero ello ha servido para sentar las bases para hacerlo", indicó el ministro de Hacienda.Sin embargo, cuadrar las cuentas en 2013 no resultará nada fácil en la medida en que la economía seguirá cayendo, al menos en el primer semestre, y las exigencias de ajuste se mantienen. El objetivo de déficit para 2013 asciende al 4,5%. Ello significa que, en el mejor de los caso, España deberá reducir el déficit otros dos puntos. En el primer trimestre, Bruselas decidirá si suaviza la senda de consolidación fiscal. Montoro aseguró que el ajuste estructural que deberá hacer España este año es menor que en 2012. En cualquier caso, no es descartable que el Gobierno apruebe nuevas subidas fiscales.

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