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El Tesoro prepara mejoras en su negociación entre particulares

La deuda pública se le resiste al pequeño inversor

El Tesoro ultima un proyecto que debe permitir al particular la negociación de bonos soberanos con la misma facilidad que encuentra en la Bolsa. El pequeño inversor suele retener el bono hasta que vence y pierde la ocasión de ganar más si sube el precio, como ha ocurrido con la deuda soberana española desde el verano.

El destino del pequeño inversor suele ser en muchas ocasiones llegar tarde a las grandes oportunidades de rentabilidad que ofrece el mercado o, en el peor de los casos, ser la víctima más propicia de abusos en la comercialización de productos financieros. En su contra juega un manejo de las claves que mueven los mercados muy inferior al del inversor institucional -que por otra parte suele asumir más riesgos- y también un acceso más limitado a la operativa, que se hace especialmente evidente en la negociación de deuda pública.

La negociación en renta variable es mucho más ágil para el pequeño inversor, al que le basta con comunicar la orden a su entidad o ejecutarla directamente a través de un bróker online. Pero en el caso de la deuda pública, la negociación con los títulos una vez adquiridos resulta mucho menos fluida. Y si bien, la adquisición en subasta en el mercado primario es relativamente sencilla, se complica en el momento en que el pequeño inversor desea operar con ese título en el mercado secundario. Si compró un bono en una subasta del Tesoro, para venderlo en mercado deberá comunicarlo a su oficina bancaria, que a su vez lo comunicará a su mesa de renta fija. Y, habitualmente, el particular opta por conservar el título hasta el vencimiento, con lo que se apunta los intereses pero pierde la oportunidad de lograr una rentabilidad adicional con una venta en el mercado.

Para dar más atractivo a la deuda pública y facilitar su negociación directa entre los inversores particulares el Ministerio de Economía, a través del Tesoro, ha puesto en marcha con BME el diseño de un nuevo servicio que permita al minorista comprar y vender activos soberanos con la misma facilidad que si fueran acciones. Se trata de incorporar su negociación a la plataforma Send, el mercado de BME creado para la cotización de la renta fija privada y en el que se negocian los bonos, cédulas y pagarés emitidos por la banca -además de bonos subordinados y participaciones preferentes, que se revelaron en la práctica ilíquidas-.

La profundidad de este mercado dista ahora de ser como la de la Bolsa pero la incorporación de la negociación de deuda pública, con volúmenes en circulación y demanda muy elevada, le daría una liquidez muy superior a la que ahora tiene. La adaptación de la actual plataforma Send para que los minoritarios puedan operar en ella con deuda soberana es un proyecto que el Tesoro ya empezó a fraguar con BME en el último trimestre del pasado año y que deberá ver la luz en 2013, si bien sigue pendiente de la resolución de aspectos técnicos.

Y mientras su puesta en marcha se hace efectiva, el inversor particular en deuda soberana ya ha visto consumirse buena parte del rally del que ha disfrutado la deuda pública española desde que, el pasado mes de agosto, el presidente del BCE anunciara su disposición a comprar deuda en el mercado, previa petición de un rescate. La sola posibilidad de que el BCE sacara la artillería, con el aviso de que se concentraría en los plazos de hasta tres años, bastó para elevar los precios, con la caída paralela en la rentabilidad.

Un rally con síntomas de cansancio

La rentabilidad de los bonos españoles a tres años -que se mueve a la inversa del precio- ha descendido del 7,4% de julio al 2,8% actual, mientras que en el plazo de dos años, ha menguado del 6,6% al 2,4%. Un impulso que también se ha contagiado a la deuda a largo plazo y que ha elevado las ganancias de quienes tienen deuda pública española en cartera. El precio de una emisión del Tesoro con vencimiento en 2019 ha subido el 22% desde julio y el de otra con vencimiento en 2014 ha aumentado el 11% en el mismo período.

En todo caso, los expertos advierten que el riesgo de entrada ahora en deuda pública española es mayor y avisan de que difícilmente se repetirán este año las rentabilidades logradas en 2012. BNP Paribas Wealth Management, la división de banca privada de BNP Paribas, ya avisaba esta semana que "2013 no va a ser ya para la renta fija española un año tan bueno como 2012". Y para quienes no quieran aventurarse en solitario con la deuda pública, siempre queda la opción de contratarla a través de fondos de inversión.

Cómo acudir a las subastas del Tesoro

El pequeño inversor puede participar en las subastas que realiza periódicamente el Tesoro, bien dando la orden a su entidad financiera o acudiendo directamente a los canales de los que dispone el Banco de España. Si lo hace a través de su banco, deberá abrir la correspondiente cuenta de valores y asumir el pago de comisiones, de un importe superior a si opta por la compra directa a través del Banco de España. Allí podrá abrir una cuenta directa de valores del Tesoro, sin coste de apertura ni mantenimiento. La ventaja evidente de esta vía para el pequeño inversor es que el coste es mínimo, pero el inconveniente está en que el Banco de España nunca realiza operaciones de mercado secundario por cuenta de sus clientes. Si quiere vender antes de vencimiento, deberá acudir a una entidad.

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