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Columna
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Una vía para probar el plan de Draghi

Irlanda y Portugal podrían estar pronto preparados para pedir al Banco Central Europeo (BCE) que compre su deuda. El BCE estaría obligado entonces a pasar a la acción. Pero podría ser una forma barata de demostrar los beneficios de la compra de bonos.

Mario Draghi no ha explicado aún con exactitud lo que entiende por "acceso al mercado", una de las condiciones que estableció para que un país pueda acudir a su nuevo programa de compra de bonos. Pero está claro que Irlanda y Portugal están cerca de ese perfil. Dublín vendió hace poco deuda a cinco años, y planea emisiones a nueve. Portugal ha informado de que piensa emitir bonos a cinco años.

Ningún país ha dicho de forma explícita que quiera que el BCE compre sus bonos. Irlanda está más preocupada en reestructurar el rescate a la banca. Ambos también quieren que la eurozona mejore los términos de sus rescates. Además, la simple promesa del BCE de que comprará bonos está ayudando a rebajar los intereses de los bonos.

Hay buenas razones por las que una compra de bonos podría ayudar. Debería tranquilizar a los inversores que aún desconfían de la deuda periférica, reduciendo a su vez los intereses tanto en la deuda a corto y a largo. Los intereses del bono portugués a cinco años, por ejemplo, están unos 90 puntos básicos sobre su valor de mercado. Una intervención del BCE podría restaurar el flujo de crédito en la economía e impulsar la confianza. También podría beneficiar a España e incluso a Italia.

El BCE solo compraría bonos con vencimientos a tres años como mucho, que representan el 30% o menos de los 200.000 millones de euros en vencimientos que tienen en conjunto ambos países. Y los intereses de los bonos han caído mucho en los últimos meses, lo que sugiere que el BCE necesita actuar solo como un apoyo de los mercados.

Portugal e Irlanda ya han superado la mitad del camino de sus programas de reformas. La compra de bonos debería hacer más fácil el ajuste en la periferia, y reducir el riesgo de una nueva crisis.

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