Pocas víctimas en la guerra del depósito
La semana pasada el Banco de España hizo lo más parecido a bajar tipos que puede hacer (y esperemos que la cosa siga así) al limitar los tipos de interés aplicados a los depósitos de particulares. El banco no ha explicado los motivos de la medida (de hecho, no ha explicado ni siquiera la medida ni su rango normativo), si bien la idea aceptada es que se trata de contener los márgenes de la banca.
Sí y no. Es decir, lo veo más como una medida de política monetaria que como una intervención en el mercado, aunque evidentemente sea una intervención en el mercado en toda regla. Y va en la línea de eso que llaman financial repression, que en español queda algo tan cutre como represión financiera. Una política caracterizada por forzar bajadas en los tipos de interés, dejándolos si es necesario en negativo. La banca española tiene tres fuentes de financiación: el BCE, los inversores (mercado de deuda mayorista) y los clientes / oficinas.
La primera fuente ofrece barra libre de dinero, pero la banca debería, en la medida de lo posible, desengancharse de ella. La segunda fuente se hace mucho de rogar, y aunque en este arranque de año el mercado parece entreabrirse, los precios siguen siendo elevados. Quedan los clientes.
Cabría pensar que la escasez de financiación derivada de la crisis ha llevado a la banca a disparar los tipos de interés para captar dinero. Sí y no. Hs hecho buenas ofertas, sí, pero, ¿cuántas personas cambian de banco en función de los depósitos en oferta? No muchas. Por aportar datos, este es el tipo de interés medio de los depósitos a plazo, con datos del Banco de España, desde 2004.
La guerra del depósito encareció la captación de dinero antes de la crisis, no durante ella. El margen de la banca no se ha deteriorado por este motivo. Entonces, ¿a qué viene la intervención del Banco de España?
Por un lado, es preventiva. Dado que la banca tendrá que reducir la dependencia del BCE y que el acceso a los mercados es caro, quiere evitar que sea ese acceso al mercado el que marque la referencia para el tipo que se ofrezca a los depósitos.
Por otro lado, al penalizar el ahorro depositado en la banca –dejándolo en tipos reales negativos- se evita la “competencia desleal” de la banca sobre la deuda de Tesoro. Hoy, los tipos del bono a dos años están en el 2,55%, algo por encima del límite impuesto por el Banco de España.
Y, finalmente, puede a medio plazo tener el efecto de una bajada estándar de tipos: reanimar o abaratar el crédito, como defienden desde la propia banca. Quizá. En cualquier caso, tampoco es muy normal que alguien pague una hipoteca a euríbor más 0,5% pueda contratar un depósito al 4%.
En resumen, esta bajada de tipos es otra medida de control de la economía financiera por parte de las administraciones. No la única ni la última, toda vez que algunos bancos centrales compran deuda pública a manos llenas, otros tratan de condicionar la cotización de su divisa y otros prometen compras de deuda ante ataques especulativos. El sistema financiero lleva roto desde 2007, y sigue roto. Y, dado que la bajada de tipos del BCE solo se traslada a una parte de dicho mercado, el Banco de España ha decidido bajar “los otros” tipos.
Música contra la crisis. Bob Dylan, You're a Big Girl
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