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Qué bien se me está muriendo este paciente

Desde que escuché la rueda de prensa del pasado jueves de Mario Draghi no me quito esta escena de la que, quizá, sea mi película favorita, Amanece que no es poco.

Efectivamente, Draghi parece encantado con lo bien que se está muriendo el paciente, que es España. Y no parece ser el único complaciente con la situación actual. El tejido productivo español se va, se apaga, lentamente, sufre ahogado por el desapalancamiento privado y el recorte de gasto público que se le recetó para curar las consecuencias de la burbuja inmobiliaria 2000-2007.

Llegan las cifras del paro, que la semana que viene dejarán los desempleados sobre los seis millones. Pero, oigan, se está haciendo “lo que hay que hacer” o “la única alternativa posible”. Con lo cual cabe deducir que, efectivamente, el paciente se está muriendo. Pero se está muriendo como debe ser.

Últimos datos de actividad del INE. Producción industrial, -7,3%. Transporte de viajeros, otro -7,3%. Confianza empresarial, 4,1 puntos menos. Sociedades mercantiles desaparecidas, 13,4% más. Son los últimos que hay en la web del INE, no los he elegido, por lo que se pueden considerar una muestra casi aleatoria de las cifras que llegan.

En fin, que cuando vamos a llevar tres años de austeridad (empezó en mayo de 2010) estamos muchísimo peor que cuando empezó la política de proteger al rentista a cualquier precio. Porque, y esto conviene no olvidarlo, ni la reforma laboral (de febrero) ni los recortes masivos en sanidad o educación (de primavera también) ni los decretos de saneamiento de la banca (antes del verano) han hecho nada por esta mejoría de la prima de riesgo, que rondaba los 500 puntos después de estos esfuerzos.

El mejor argumento que se le ocurrió a Mario Draghi fue que, con todo el sufrimiento impuesto a los países del Sur, no era momento de echarse atrás. Consciente, seguramente, de que lo único que ha aliviado la presión del mercado sobre España ha sido su anuncio de que compraría deuda española si se pide el rescate. Nada más. Algo que el BCE podría haber hecho en 2010 pero no quiso.

Antes de eso, entre todos hemos puesto más de 20.000 millones para que los acreedores de Bankia cobren el último céntimo de sus inversiones. El paciente muere, pero antes paga sus deudas, que es de lo que se trata.

Música contra la crisis. Bob Marley. Coming in from the cold

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