Menos salario, más impuestos y servicios más caros
Si no fuera porque se trata de una convención social, desear un "Feliz 2013" podría considerarse casi un sarcasmo. Al menos, en términos económicos. En el año que arranca mañana, los españoles pagarán más impuestos y, en caso de mantener su empleo, previsiblemente verán como su nómina se reduce, congela y, en el mejor de los casos, aumenta por debajo de la inflación.
En el último año, el Gobierno ha aprobado, de media, dos subidas fiscales al mes, un hecho inaudito. Por otra parte, ha aplicado recortes en educación, sanidad, ha suprimido la paga extra de Navidad a los funcionarios y no ha actualizado las pensiones con el IPC. En el sector privado, la estadística indica que las empresas ajustan plantilla y salarios para ganar la competitividad perdida. Todo ello se traduce en que, en 2013, los españoles tendrán menos dinero en el bolsillo, bien porque ganan menos o bien porque pagan más a Hacienda.
Aumentos fiscales
En 2013 se mantiene la subida del IRPF que aprobó el Gobierno en diciembre de 2011 y que supuso elevar hasta siete puntos el principal impuesto directo. Para un contribuyente con un sueldo bruto de 30.000 euros, el aumento fiscal se traduce en una reducción salarial de 250 euros. Así, entre 2012 y 2013, este asalariado habrá perdido 500 euros de poder adquisitivo. Además, es previsible que la medida se prorrogue también en 2014.
El efecto del mayor incremento del IVA desde que se introdujo el impuesto en 1986 también se notará en el bolsillo de los españoles. Los regalos de Reyes llevarán un IVA del 21% frente al 18% del año anterior. El tipo reducido pasó en septiembre del 8% al 10%, encareciendo los alimentos elaborados, el agua o los servicios en bares y restaurantes.
El IVA que rige para la vivienda nueva aumentará a partir de mañana al 10%, frente al 4% vigente hasta hoy. Además, desaparece la deducción por compra de vivienda para los nuevos propietarios. Ello significa que los contribuyentes que adquieran su vivienda habitual a partir de mañana ya no podrán deducirse el 15% en el IRPF de los pagos realizados para pagar su casa habitual con un máximo de 9.040 euros. Perderán, por tanto, un beneficio de 1.356 euros anules, que alcanza los 33.900 euros para una hipoteca a 25 años. Quienes compraron su casa antes del primero de enero de 2013 mantedrán el derecho a la deducción por vivienda. Sin embargo, nada impide al Gobierno aprobar una medida que suprima el beneficio fiscal para todos.
También en el IRPF, a partir de 2013, las indemnizaciones que superen el millón de euros no tendrán derecho a la reducción del 40% vigente hasta ahora. Se trata de una medida dirigida a los altos directivos con contratos blindados. Además, se restringen las deducciones para las aportaciones a planes de pensiones que superen los 100.000 euros.
Por otro lado, el Gobierno ha prorrogado la vigencia del impuesto sobre el patrimonio para el ejercicio 2013. Afecta a unos 125.000 contribuyentes y es un tributo que ingresan las comunidades autónomas y Madrid es la única que no lo aplicará. El año 2013 verá nacer nuevos impuestos como el que grava los premios de Loterias y Apuestas del Estado (LAE), Cruz Roja u ONCE, cuyos sorteos estaban hasta ahora exentos en el IRPF. Los afortunados en el Sorteo de El Niño, verán como la cuantía del premio se reduce en un 20%. Para las empresas, 2013 también será un año difícil en términos fiscales. El Gobierno mantendrá la reducción de beneficios fiscales aprobados este año como la prohibición de deducir los gastos financieros que sobrepasen el 30% del resultado contable. Además, habrá más límites a las amortizaciones. Todo ello hará que las empresas paguen más impuestos.
Menos salario
Todo sube menos el salario. Esta es una percepción recurrente que se ha escuchado toda la vida, pero que esta vez es muy cierta. En el sector público, no hay ninguna duda. En 2010, los funcionarios vieron como su nómina se reducía un 5% y, desde entonces, el sueldo se ha quedado congelado. A ello, se le une la supresión de la paga extra de diciembre o los cambios habidos en caso de baja.
Y como remate, el sector público no ha escapado a los ajustes de plantilla. Aquellos que no tienen la consideración de funcionario (interinos y laborales) han sido las primeras víctimas de un fenómeno que amenaza con arreciar este año. En la empresa privada, los despidos no dejaron de aumentar. En 2012, el número de desempleados se ha incrementado en medio millón de personas. La reforma laboral facilita que las compañías apliquen rebajas salariales para afrontar la coyuntura económica. El Banco de España confirma que las empress están realizando ajustes en los salarios, pero reclama por añadidura una reducción de precios y márgenes.
Por otra parte, el Gobierno decidió no actualizar las pensiones este año con los datos de inflación de noviembre, lo que agudiza la pérdida de poder adquisitivo de este colectivo que suma ocho millones de personas. Para el próximo año, se revalorizarán un 2% las más bajas y un 1% el resto. En cualquier caso, los pensionistas han perdido capacidad de compra y poder adquisitivo en los últimos años de crisis.
Servicios más caros
Junto al aumento de impuestos y la caída de salarios, los servicios públicos ligados al Estado de bienestar también se han encarecido. En julio entró en vigor el llamado copago farmacéutico. Con él, los pensionistas deben pagar hasta el 10% de las medicinas con un máximo de ocho euros mensuales para las rentas por debajo de 18.000 euros al año. Los que superen esa cantidad, deberán pagar hasta 18 euros. Para los asalariados con rentas entre 18.000 y 100.000 euros, la medida supone sufragar el 50% del coste del producto en lugar del 40%. Por debajo de esos 18.000 euros, seguirán pagando el 40% del precio de venta al público de los productos farmacéuticos.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy también ha reformado la legislación para que las comunidades autónomas pudieran subir las tasas universitarias, una oportunidad que han aprovechado prácticamente todas. El último incremento de este año que tendrá su plena aplicación a partir de abril de 2013 será parte de las nuevas tasas judiciales impulsadas por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Algunas de esas tasas ya están plenamente operativas. De hecho, la nueva ley contempla incrementos de entre 50 y 750 euros y los ciudadanos deberán pagar por primera vez en el orden Social, así como afrontar un coste de hasta 1.200 euros si quieren recurrir al Supremo en la vía Civil y Contencioso-Administrativa. Visto lo visto, lo mejor será desear un Feliz 2014...