La relación banca-cliente
Tras el caso libor, se apunta una nueva preocupación para las entidades financieras: el riesgo de las relaciones. Un legado de la crisis financiera es que los bancos de inversión han sido obligados a aceptar que utilizar los fondos de los depositantes para financiar sus propias operaciones en el mercado suele ser arriesgado y pocas veces aceptable La mayoría de los bancos han reducido o cerrado este tipo de negocios. En su lugar, pregonan la importancia de sus clientes en todo lo que hacen. Eso es bienvenido, aunque las fuertes relaciones con los ellos también tienen sus riesgos.
La relación con el cliente obliga al proveedor del servicio a esforzarse por ser el más querido. Tomen los intermediarios que ayudaron a los comerciales de UBS en sus intentos de manipular el libor. Uno envió un correo sin aliento a su cliente de un banco suizo preguntando si pensaba que era "el mejor". Y los clientes saben de su poder. Un operador de yenes de UBS amenazó con llevarse el negocio a su bróker si fracasaba al falsificar las presentaciones del libor. æpermil;ste accedió a las demandas después de las presiones.
Por supuesto, en este caso era UBS quien estaba en el papel del cliente. Pero el caso tiene implicaciones para todos sus clientes, incluyendo aquellos en los que los bancos de inversión son el proveedor del servicio. Los límites entre lo que es y no ético pueden ser borrosos cuando hay grandes sumas de dinero. En los servicios financieros, los colosales incentivos monetarios hacen más fácil sobrepasar las preocupaciones éticas. Los operadores recibieron sobornos trimestrales de 15.000 libras durante 18 meses para ayudar a UBS a manipular el libor.
Los reguladores del mercado son, hasta cierto punto, conscientes del peligro. Los supervisores exigen a las instituciones financieras que implementen políticas de conocimiento del cliente. Conozca a su cliente dentro y fuera. Busque su amor por todos los medios, pero tampoco demasiado.