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El grupo lleva cotizando 72 años

Metrovacesa, la inmobiliaria cotizada más añeja, deja la Bolsa

"Los más viejos del lugar", comentaban ayer fuentes de Metrovacesa, "calculan que llevaba en Bolsa desde los años cuarenta". Para ser exactos, Metrovacesa lleva cotizando en España 72 años. En 2013 dejará de hacerlo.

En unas semanas la compañía abandonará el mercado después de que los bancos que controlan en la actualidad el capital -Santander, 45,5% contando el paquete de Banesto; BFA, matriz de Bankia, 19%; BBVA, 17,3%; Banco Sabadell, 12,3% y Banco Popular, 12%- hayan decidido lanzar una opa de exclusión. La inmobiliaria dejará de estar bajo los focos que alumbran la información de cualquier empresa cotizada el año que viene, tras una última década de gran agitación mediática, bursátil y corporativa.

Por Metrovacesa han pasado los empresarios del sector inmobiliario español más relevantes. Desde los hermanos Otamendi que en los años veinte del pasado siglo, a raíz de la construcción del Metro de Madrid, llevaron a cabo buena parte del urbanismo de la capital española en aquellos años, pasando por los inmobiliarios del boom -Joaquín Rivero, Sanahuja, Portillo y Díaz de Mera- hasta los actuales dueños del sector en España, los bancos.

Ahora menos del 5% del capital de Metrovacesa está fuera del control de la banca. Las entidades financieras se hicieron con la mayoría del capital de la inmobiliaria a finales de 2007, cuando la familia Sanahuja, que llegó a tener más del 80% del capital, se vio obligada a intercambiar acciones por deuda. Un año antes los Sanahuja se habían enzarzado en una guerra de opas con el anterior presidente, Joaquín Rivero, por el control de la compañía, que supuso préstamos de miles de millones de euros que luego no pudieron devolver.

La batalla por Metrovacesa entre Rivero y los Sanahuja llevó la acción de la inmobiliaria a cotas inimaginables hoy en día. La banca ofrece 2,28 euros por acción en la opa de exclusión que lanzará próximamente, frente a los 0,8 euros a los que cotiza Metrovacesa en la actualidad, lo que a priori parece una buena oferta. Pero pequeños accionistas que vivieron aquella guerra por el control de la compañía contarán a sus nietos que la acción de la empresa llegó a superar los 100 euros por título.

El recorrido en Bolsa de Metrovacesa en el siglo XXI dice mucho de la economía española durante estos doce primeros años de nuevo siglo.

Durante los primeros años la acción del grupo fue escalando posiciones al calor del boom inmobiliario y el crecimiento de la economía del país. En 2005 la compañía llevó a cabo una operación espectacular, la adquisición de Gecina, una de las mayores inmobiliarias francesas, valorada en más de 5.000 millones de euros.

Esa compra fue el preludio de una serie de macrooperaciones que están en los genes de la actual crisis inmobiliaria y financiera española. Entre 2006 y 2007 Martinsa compró Fadesa (4.045 millones); Reyal adquirió Urbis (3.317 millones); Habitat compró Ferrovial Inmobiliaria (más de 2.000 millones). Enrique Bañuelos sacaba en mayo de 2006 Astroc a Bolsa. Luis Portillo requeriría 7.000 millones de euros para tomar Colonial, Riofisa y el 15% de FCC.

La caída de Lehman Brothers y el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 acabaron con todo aquello. El enfrentamiento entre Rivero y Sanahuja en 2007 restó valor a la marca Metrovacesa. Desde entonces todo han sido malas noticias para la compañía y sus accionistas.

El grupo ha bordeado el concurso de acreedores, ha presentado pérdidas millonarias y su deuda no ha dejado de subir (supera los 5.100 millones de euros). Mantiene conflictos en los juzgados con sus anteriores presidentes, Joaquín Rivero y Román Sanahuja. El valor de la acción de la empresa lleva prácticamente todo el año por debajo del euro. Sólo su participación en Gecina, del 26,9% aporta alguna alegría, como el dividendo cobrado este año de 74 millones.

Si Metrovacesa ha sido para muchas inmobiliarias españolas la compañía que ha marcado el camino, es posible que la salida de Bolsa que anunció ayer sea la dirección que a partir de ahora sigan otras. Colonial, otra clásica del sector, también tiene escaso capital flotante y sus accionistas son entidades financieras.

La acción llegó a subir ayer un 15,8%

La CNMV suspendió ayer la cotización de Metrovacesa justo al cierre del mercado, cuando se había disparado un 15,8% cerrando a 0,8 euros por acción. De acuerdo al comunicado enviado por la empresa al regulador del mercado, los seis bancos que controlan el 95,59% del capital social de Metrovacesa lanzarán una oferta pública de adquisición por el 4,406% del capital restante de la inmobiliaria con el fin de excluirla de cotización.

La oferta se formulará a 2,28 euros por acción, precio que arroja una prima del 174% respecto al precio de mercado y que eleva a 99,26 millones de euros el importe de la operación.

En el marco de la operación de exclusión de Bolsa acordada ahora por estos bancos, la entidad que preside Emilio Botín, primer accionista de Metrovacesa con una participación del 22,60%, comprará el porcentaje del 12,27% actualmente en manos de Banesto, con lo que pasará a controlar el 45,56% de la empresa.

La oferta se lanzará por todas las entidades accionistas, salvo BFA-Bankia. La entidad nacionalizada apoya la operación, pero no la financia. Una de las condiciones suspensivas de la operación es la eventual posibilidad de que el Frob, principal accionista de Basnkia, no acepte la operación, o que no pueda traspasar los activos al Sareb.

El consejo de administración de Metrovacesa analizará los términos de la operación el viernes y convocará una junta extraordinaria. Según explicaron fuentes de la compañía, lo normal es que la junta se celebre entre enero y febrero; se negociará entonces el folleto de opa que tendrá que ser examinado por la CNMV, lo que conllevará unas tres semanas. Una vez aprobado se efectuará propiamente la opa de exclusión, que puede durar entre 15 y 70 días.

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