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Cuentas griegas: el rescatado

266.000 millones en rescates a Grecia. ¿Para qué? Como veíamos en la entrada anterior, la cantidad prestada / perdonada es similar al total de deuda pública griega en 2009, 299.000 millones. El rescate no ha sacado a Grecia de la probable insolvencia, aunque ha evitado la quiebra repentina del país y las consecuencias que ésta tendría sobre el mundo financiero. Más tangibles han sido las consecuencias sobre Grecia, sumida en una depresión económica sin precedentes que solo ha agravado sus problemas para pagar a los acreedores.

En el plano de los intangibles, no obstante, hay otro cambio fundamental derivado del rescate. El acreedor. Cuando el mundo se intentaba recuperar del susto de Lehman bancos, fondos e inversores tenían la mayor parte de la deuda de la poco solvente Grecia (aunque entonces no era público que era poco solvente). En 2012 su principal acreedor somos otros países europeos.

A finales de 2009 Grecia (el sector público, el privado y el financiero) debía a bancos de Alemania, España, Reino Unido, Italia y Francia 147.000 millones de dólares. Para mediados de 2012, esta cifra era de una tercera parte, según los datos del Banco Internacional de Pagos.

Si se limita la exposición de la banca europea al sector público griego las primeras cifras que ofrece el BIS son más recientes: solo hay de finales de 2010. Entonces el sector público de Grecia debía a los bancos de los cinco países citados 36.000 millones de dólares, o 31.000 millones de euros, el 81% de toda la deuda pública griega en manos de extranjeros.

El dato es muy inferior al monto total de deuda helena (los 299.000 millones), porque solo tiene en cuenta la deuda en manos de los grupos bancarios. La deuda del Tesoro griego que está en manos de bancos griegos, de inversores privados (griegos o extranjeros) o de fondos de inversión no está computado. 

En todo caso, a mediados de 2012, esta cifra de 36.000 millones de dólares ha pasado a menos de 1.500. Una reducción del 96%. Las cifras están en las imágenes que he colgado abajo del todo, expresadas en dólares. Mientras tanto, tanto mediante los préstamos bilaterales (80.000 millones de euros) como a través del fondo de rescate (39.900 millones de euros), los países de la UE han prestado a Grecia unos 120.000 millones para retrasar sus vencimientos y reducir los tipos de interés, más otros 40.000 del FMI. De momento.

Hay una pequeña gran trampa en todo esto: de por medio, Grecia llevó a cabo un canje de deuda por acciones que supuso una quita media del 75%, lo que provocó que el monto de deuda global se desplomase entre el último trimestre de 2011 y el primero de 2012. Aun así, para ese momento los bancos de Alemania y Francia ya habían reducido a más de la mitad su exposición a deuda pública griega. A costa, eso sí, de pérdidas, puesto que el precio de la deuda helena se empezó a desplomar a finales de 2009. Claro que la quita llegó después de haber destinado a Grecia los 120.000 millones de los préstamos del primer rescate.

A primera vista, puede parecer que haber decretado una quita parcial de la deuda griega, acompañada de un préstamo europeo y unas medidas de ajuste menos severas habría hecho más por la sostenibilidad de la deuda griega. Pero esa es una opinión a toro pasado que no tiene en cuenta daños colaterales y, por tanto, su validez es más bien escasa. Tampoco sabemos qué habría sucedido si el BCE hubiese monetizado deuda o si Grecia hubiese salido del euro… Todo eso no es más que economía ficción, que cada uno de nosotros construiremos para amoldarse a nuestras ideas preconcebidas.

No tenemos ni idea de estos “y si….”. Pero sí sabemos qué ha pasado a partir del montaje actual. El resultado ha sido que la deuda griega que estaba en manos de inversores privados de todo el mundo está ahora en manos del contribuyente europeo, a través de un complejo mecanismo al que se ha dado en llamar rescate.

Música contra la crisis. David Bowie, Space Oddity

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Los papeles prometidos:



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