El 'banco malo' debe acelerar el ajuste de precios
Hoy arranca técnicamente la Sociedad de Gestión de Activos de la Reestructuración Bancaria (Sareb), ese banco malo que será la mayor inmobiliaria de Europa, tras absorber unos activos residenciales valorados, tras el descuento correspondiente, en 44.000 millones de euros, además de los créditos hipotecarios que la banca quiera traspasarle antes del 1 de enero próximo. Arranca hoy, porque ayer recibió el FROB la primera entrega de los cerca de 40.000 millones de capital procedente de la Unión Europea para capitalizar las entidades fallidas. Y lo hace con una participación privada en sus fondos propios de al menos el 51% de sus 3.900 millones para que sus emisiones no tengan la consideración de deuda pública.
El Gobierno ha encontrado más resistencias de las previstas para convencer a la banca y a las aseguradoras de su participación en la sociedad, que finalmente ha logrado -excepto en el llamativo caso de BBVA-, aunque sea utilizando la presión. Determinadas entidades, que mostraron inicialmente mucho entusiasmo con el proyecto, han apreciado dificultades ciertas para explicarle a los accionistas una participación en el capital de una sociedad en la que no tenía intención de alojar activos, entre otras cosas porque su gestión de la crisis inmobiliaria ha sido más responsable. La presencia de entidades extranjeras, sin embargo, no supera el carácter testimonial, en contra de la composición que se había hecho el Ejecutivo.
Sea como fuere, el invento, aunque ha llegado tarde, está en marcha, y ahora solo queda esperar que su gestión sea lo suficientemente dinámica como para agilizar el mercado de la vivienda y liquidar el stock, aunque el horizonte del proyecto se ha llevado hasta dentro de 15 años. Se antoja, en todo caso, un periodo demasiado dilatado, pese a los excesos cometidos por el maridaje de inmobiliarias y cajas de ahorros, que ha fabricado la mayor burbuja inmobiliaria que se recuerda en estas latitudes.
Los precios de las casas han intensificado su descenso en el último año y ya acumulan tal desplome que se encuentran en los niveles que marcaron en 2003, con caídas más verticales en las zonas costeras y en las áreas metropolitanas de las grandes ciudades. Pero en buena lógica una viva competencia por parte del banco malo provocará nuevos descensos que limpiarán antes el mercado. Eso ha ocurrido en países como Irlanda, donde el ajuste de precios fue decretado, o en Estados Unidos, donde ya han dado la vuelta tanto la demanda como los precios de las casas. ¿Por qué habría de ser diferente aquí? Diferente ha sido la toma de decisiones, pero si al recorte de precios endosado a los activos entregados al banco malo se añade el de una viva competencia con los que quedan fuera, la limpieza promete ser bastante más rápida de lo esperado.