Cuentas griegas: el rescate
A cierre de 2009, Grecia tenía una deuda pública de 299.000 millones de euros. Fue por aquella época cuando empezó a barajarse la necesidad de un rescate, ante las dudas sobre la capacidad de Atenas para pagar sus deudas y el cierre de los mercados. Tras varios meses de dudas, condicionadas en gran medida por el calendario electoral en países como Alemania, Europa activó el primer rescate griego, consistente en préstamos bilaterales de la UE por valor de 80.000 millones más otros 30.000 millones que prestaba el BCE. La ayuda a Grecia equivalía a una tercera parte de la deuda pública.
En julio de 2011, se aprobaba el segundo rescate griego, que se terminó de concretar a principios de este año. Éste contaba con la financiación del fondo de rescate europeo, e incluía la llamada “participación privada” en el rescate, lo que no era otra cosa que una quita sobre la deuda en circulación. En total, este segundo rescate estaba valorado en 144.000 millones de euros. Vamos por 244.000 para una deuda que, recordemos, era de 299.000 en 2010.
Como no ha sido suficiente, y la deuda griega sobre el PIB sigue sin visos de estabilizarse, Grecia ha puesto en marcha una recompra de deuda. Al adquirir los bonos a un valor inferior al nominal (en torno al 33%), el país reduce su deuda en circulación. El objetivo es comprar por 10.000 millones deuda valorada en 30.000 y acabar así con 20.000 millones menos de deuda. Vamos ya por 266.000 millones sobre 299.000. Aun así, persisten las dudas sobre si Grecia podrá cumplir con el objetivo de alcanzar un 120% de deuda en 2020. Sobre todo si se tiene en cuenta que los objetivos aprobados en febrero ya han tenido que ser revisados, apenas siete meses después. Y, de hecho, incluso la fiera Alemania ha dejado caer que no son descartables futuras quitas en Grecia.
En resumen, se ha gastado casi tanto dinero en rescatar a Grecia como lo que habría costado condonar toda la deuda cuando empezó la crisis. Y aun así ni siquiera salen las cuentas para que Grecia tenga su deuda en el 120% del PIB en 2020. Esta cifra, que la UE y el FMI consideran sostenible, viene de un riguroso estudio sobre… El nivel de deuda de otros países. Como Italia tiene el 120%, si la UE dijese que Grecia solo es sostenible con un ratio del 90%, algo podría rechinar en Roma.
En 2010 Grecia era, probablemente, más solvente que ahora; tenía algo menos de deuda y la recesión era menos virulenta. Solo que tenía cerrado el acceso al mercado y ahora depende de “ayuda” exterior para financiarse. ¿Ha fracasado el rescate griego? Pues depende para quién. Porque si en 2009 el acreedor de Grecia era la banca europea, hoy es el fondo de rescate, es decir, el contribuyente europeo. Algo que intentaré concretar en la siguiente entrada.
Música contra la crisis. Big Star, Thirteen
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