Bankia negocia un ajuste con poco margen de mejora sobre la reforma laboral
Bankia comunicó ayer a los sindicatos que la salida de 6.000 empleados que impone Bruselas se hará "con poco margen" sobre la reforma laboral, aunque incluirá externalizaciones y otras medidas no traumáticas. Sumadas las 2.500 salidas previstas en NovaGalicia, el sector financiero acumulará un ajuste de 40.000 empleos. La Bolsa asimila las novedades con un desplome cercano al 20% en los títulos de Bankia a media sesión.
Bruselas ha dicho qué pero no ha dicho cómo". Es el mensaje que la dirección de Bankia quiso transmitir ayer a los representantes sindicales de sus trabajadores al comunicarles oficialmente ese "qué", la obligación de reducir la plantilla en 6.000 de sus 20.500 empleados para 2015, y prepararles para el "cómo".
La conclusión es que aunque el mandato europeo no obliga a aplicar los más estrictos supuestos de la reforma laboral, una indemnización por despido de 20 días de salario por año trabajado, la entidad tendrá "poco margen" para salirse del marco general de la norma. Así, las compensaciones de 46 días por año más una prima de 30.000 euros que la entidad pagó en el ajuste anterior no se repetirán.
Las novedades están calando con cierta indigestión entre los inversores, lo que ha ocasionado caídas cercanas al 20% en los títulos de Bankia a media sesión.
El encuentro del jueves, una primera de varias citas informativas que continúan hoy y a la que asistien CC OO, UGT y Csica, entre otras centrales, abre el camino hacia lo que será la negociación entre las partes. Un proceso que la entidad quiere agilizar al máximo instigada por Bruselas que quiere zanjar la reestructuración el sistema financiero español lo antes posible. Los sindicatos advierten, no obstante, que un proceso de tal calado "lleva su tiempo".
La intención de ambas partes es cumplir con la UE de la forma menos traumática posible lo que, según el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, pasa por hacer el número de despidos "significativamente" inferior a 6.000. De dicha cifra habría que restar los 600 empleados de su filial en Florida, el City National Bank of Florida, que Bankia debe vender.
De otra parte, Goirigolzarri avanzó ayer que negociará con los principales proveedores de la entidad, entre los que citó a IBM o Accenture, para recolocar en ellos a algunos de los empleados de Bankia.
"En el plan original teníamos una reducción importante de oficinas, pero Bruselas nos ha obligado a ir más allá -deberán cerrar 1.100 sucursales- y en consecuencia reducir la plantilla a un nivel superior al previsto", admitió Gorigolzarri en Cadena SER, asegurando que quiere "llegar a fórmulas de acuerdo con los sindicatos".
El margen para las fórmulas alternativas, sin embargo, resulta algo estrecho habida cuenta que la entidad ya afrontó un ajuste de unos 3.700 empleados que agotó buena parte de las bajas incentivadas y prejubilaciones posibles.
De hecho, sumando los 2.500 despidos previstos para NovaGalicia, el sector acumulará un ajuste laboral de "más de 40.000" empleados durante la crisis, según cálculos de UGT. Desde la central consideran "inaceptables" las cifras de recorte de trabajadores. Los sindicatos de Novagalicia, que esperan una reunión con la entidad en breve, prevén la salida de los 700 trabajadores de la filial EVO Bank, que será vendida, y de otros 1.600 empleados de la matriz, sobre un total de unos 5.800 trabajadores.
Mil oficinas fuera del área de influencia de las cajas
Una de las condiciones que Bruselas ha impuesto a la banca intervenida a cambio de los 37.000 millones de euros que les inyectará, es que su amplia red de oficinas se repliegue a las zonas de influencia natural de las cajas que las conformaron. A Bankia se le requiere el cierre de unas 1.100 de sus 3.200 sucursales, fundamentalmente aquellas situadas fuera de las zonas que dominaban las cajas de las que nació: Caja Madrid, Bancaja, Caja de Canarias, Caixa Laietana, Caja Ávila, Caja Segovia y Caja Rioja. Las 329 oficinas comerciales distribuidas entre Andalucía, Castilla La Mancha y Extremadura son las más susceptibles de cerrar, atendiendo al ámbito puramente geográfico, si bien a Bankia se le reconocerá presencia nacional, con lo que la rentabilidad de cada sucursal será el criterio clave. NovaGalicia, la fusión de CaixaNova y CaixaGalicia, tiene acotada la comunidad gallega como su territorio estrella. Allí se encuentran 615 de las 900 oficinas con las que contaba a cierre de septiembre. La firma, en todo caso, tiene programado cerrar el año con tan solo 667 sucursales, que deberán reducirse a 454 para 2015. NovaGalicia tiene previsto vender las 120 oficinas de EVO Bank, mantener el grueso de las oficinas de Galicia, Asturias y León y mantener solo una treintena de oficinas en otras regiones, incluyendo una en Ginebra. La circunscripción de Catalunya Banc, compuesta por Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa, queda también muy ligada a una sola región, la catalana, donde aúna 871 de las 1.187 oficinas que tiene. Al estar en proceso de subasta, no obstante, será su comprador quien decida cómo adaptar su red. Entre las tres entidades suman cerca de un millar de sucursales fuera del área de influencia de las cajas de las que proceden.