Prudencia al pagar las pensiones

El Gobierno podría volver a utilizar, por segunda vez en el año, el fondo de reserva de las pensiones para hacer frente a los pagos de la Seguridad Social. En este caso se trata del abono de la última nómina de los pensionistas, que incluye dos pagas: la ordinaria y la extra de Navidad. Para utilizar el fondo de reserva, el Ejecutivo tendrá que reformar la normativa que lo regula, que limita cuantitativamente el porcentaje de fondos que se pueden usar en cada ejercicio y cuyo montante este año ha sido ya consumido. Por si fuera poco, la incógnita sobre si Mariano Rajoy mantendrá su promesa de actualizar la cuantía de las pensiones en función del IPC definitivo de noviembre arroja una sombra inquietante sobre las precarias finanzas del Estado. Este último uso -de carácter extraordinario- se computa como déficit, por lo que supondría desviarse aún más del objetivo de ajuste fiscal pactado con Bruselas. Pese a que el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, recordaba ayer que el fondo de reserva "está para eso", el hecho de que el Gobierno deba reformar su regulación para volver a usarlo revela que lo que se pretende va más allá de la flexibilidad propia de la hucha. En el caso del IPC de las pensiones, los pagos repercutirán, además, sobre un objetivo fiscal que es necesario e ineludible alcanzar.