Las empresas no escatiman en viajes de negocios
Los organismos internacionales son muy claros: la economía española seguirá cayendo en 2013 (1,3% según el FMI y 1,4% para la UE). Ante este cuadro macroeconómico, las empresas deberán apretarse el cinturón un año más, intentando contener al máximo los costes. Todas las partidas presupuestarias tendrán que volver a soportar un duro escrutinio en busca de bolsas de oxígeno susceptibles de ser pinchadas.
Uno de los conceptos que mejor están resistiendo son los viajes de negocios. El 63% de las empresas declara que su presupuesto para viajes en 2012 se ha mantenido o incluso ha aumentado respecto al del año anterior. Solo un 14% se ha inclinado por ajustarlo, lo que supone la proporción de recorte más baja en los últimos cuatro años. Esas son algunas de las conclusiones de un estudio elaborado por American Express Business Travel en base a una encuesta realizada entre 567 empresas de 11 países europeos, incluido España.
"Las empresas son más conscientes que nunca de la necesidad de viajar para hacer crecer su negocio", asegura José Luis Giráldez, responsable del departamento de clientes-viajes de empresa, de American Express Barceló Viajes. Resulta reseñable, en su opinión, que "muchas compañías han mantenido e incluso aumentado su inversión en viajes en aquellos destinos dónde se está concentrando la expansión de su negocio".
Eso no quiere decir que no se mire con lupa el gasto en desplazamientos. Al contrario, el mismo informe asegura que el 90% de las compañías tiene implementada una política de viajes con el objetivo de controlar el desembolso en los mimos. La factura hotelera es la que más atención recibe, seguida de vuelos, trenes y alquiler de vehículos.
El sector confía en que esta tendencia se mantenga en 2013. Según el barómetro de American Express, el presupuesto medio crecerá el año que viene algo menos de un 0,5%. Un 72% de las empresas mantendrá estable su gasto en viajes, mientras que un 16% lo incrementará y un 12% lo reducirá.
Los datos son especialmente significativos teniendo en cuenta que se espera un alza generalizada en los precios de los viajes de negocios. Vibo BCD Travel, la joint venture formada por la agencia de viajes del grupo Orizonia (Vibo Viajes) y la gestora de viajes de negocios BCD Travel, estima que el sector experimentará en 2013 una ralentización de la demanda y una subida de precios. Así, los billetes aéreos en Europa serán un 3% más caros, un 5% más en EE UU y un 7% en Sudamérica. El precio de la noche de hotel, por su parte, aumentará entre un 5% y un 7%, mientras que las tarifas del tren crecerán entre un 3% y un 5% en los países de la UE.
A las empresas no les queda otra que mirar con lupa el desglose de la factura de los viajes. Según la patronal de las agencias Gebtda, los gastos complementarios suponen el 8% del paquete de gastos generales originados por los viajes de negocios (en 2011 las aerolíneas facturaron 18.230 millones por estos servicios). "La externalización de la gestión de los viajes supone una oportunidad de optimización de costes y una mayor rentabilidad empresarial y del equipo de trabajo", opina Juan Carlos González, director ejecutivo de Vibo BCD Travel. El 59% de las compañías recurre a las agencias de viajes para gestionar las salidas, según American Express.
Equipaje e internet, las fuentes del estrés
Correr inacabables pasillos para evitar perder un avión. Sufrir en el asiento de la aeronave porque un retraso en el aterrizaje comportaría no llegar a tiempo al transfer. Descubrir que la maleta se ha dañado o, peor aún, que no ha llegado a su destino. No conseguir conectarse a internet antes de una reunión clave. Los viajes de negocios pueden convertirse en una sucesión de pesadillas para quienes se ven obligados a moverse mucho. Y, aunque la suerte acompañe, la tensión de pensar que algo puede salir mal pasa factura a la salud del viajero.La agencia especializada Carlson Wagonlit Travel (CWT) ha realizado un estudio sobre las principales fuentes de estrés para los viajeros de negocios. El ranking lo copan la pérdida de equipaje y no disponer de conexión a internet. Le sigue el hecho de viajar en clase económica en un vuelo de distancia media-larga y, en cuarta posición, los retrasos.Estas conclusiones se han obtenido tras analizar las respuestas de 6.000 viajeros de negocios de nueve empresas internacionales. CWT clasifica las fuentes de estrés en tres categorías principales: pérdida de tiempo, sorpresas y factores que obligan a los viajeros a romper con su rutina. A tenor de los resultados, manda la segunda categoría.Más datos: el estrés asociado a los viajes aumenta con la edad y la frecuencia de los desplazamientos, las mujeres lo sufren más que los hombres y los norteamericanos lo pasan peor que otros cuando viajan a destinos en los que se habla un idioma distinto al suyo.