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La Seguridad Social necesita 15.000 millones ya

El primero de diciembre la Tesorería General de la Seguridad Social necesita disponer de unos 15.000 millones de euros para pagar dos nóminas de pensiones: la ordinaria de diciembre y la extraordinaria de Navidad. ¿Será suficiente con las cotizaciones, con los excedentes de fondos extraordinarios, o habrá de vender deuda el fondo de reserva?

La Seguridad Social ya admite que este año, como el pasado, cerrará con déficit, y de una cuantía superior a la de 2011. La máquina del empleo se ha parado hace tiempo, las bases de cotización medias se han estancado, y el recurso a las cotizaciones de los desempleados contributivos es siempre engañoso, porque los recursos debe ponerlos el propio sistema de Seguridad Social. Las pensiones, por contra, siguen creciendo en número y siguen creciendo en cuantias, tanto la individual como la agregada. Atender las necesidades financieras del sistema es, como dice la norma, de obligado cumplimiento.

La Seguridad Social siempre tiene un decalage doble en sus cuentas entre el devengo y la caja. Paga las pensiones el primero de cada mes, y cobra las cotizaciones de empresas y trabajadores al mes siguiente y a mes vencido. Es decir, el dinero sale de la caja antes de generar el devengo el pensionista (los asalariados cobran siempre a mes vencido), mientras que las cuotas entran en la caja con un mes completo de retraso sobre su generación.

Hay más: los empresarios y los trabajadores cotizan doce veces al año, por los doce meses naturales que tiene el ejercicio, mientras que los pensionistas cobran, además de los doce meses, una paga extraordinaria en verano y otra en Navidad. Doce meses de ingresos, catorce de pagos.

En el desenvolvimiento normal de la Tesorería, un mes de cotizaciones bien gestionado sirve para abonar las pensiones de un mes, y los pequeños excedentes que se acumulan se utilizan para abonar las dos extraordinarias citadas. Pero cuando el desenvolvimiento de las finanzas del sistema de pensiones no es normal, como es el caso por la pérdida de cotizantes y el insaciable crecimiento de pensionistas y pensiones, hay desajustes, y no necesariamente las cotizaciones proporcionan recursos suficientes como para abonar las pensiones.

Ya en verano se produjeron tensiones de liquidez, agravadas también por los aplazamientos recurrentes de muchas empresas que no disponen de capacidad de pago puntualmente. Y ahora podrían repetirse de no ser por la utilización de una partida de más de 4.000 millones de euros del fondo de las mutuas e incluso por la posibilidad de disponer de un pequeño porcentaje de recursos del fondo de reserva, para cuya disposición ya ha pedido autorización el Gobierno.

Con estas estamos, que no nos llega la camisa al cuerpo, y el presidente del Gobierno insiste en que pagará a todos los pensionistas toda la desviación que se produzca en el IPC por encima del 1%, que ya se abonó en enero como revalorización inicial de las pensiones. Si la inflación queda en noviembre, en tasa anual, en el 3,5%, la Seguridad Social tendrá que rascarse otros 2.500 millones de euros de una sola vez a pagar antes de abril, y que tendrá que pagar una segunda vez periodificado en 14 pagas como consolidación de pensión a lo largo de 2013. Vaya, 5.000 millones de euros, nada menos que 0,5 puntos de PIB. ¿De dónde saldrán?. ¿A dónde llevarán el déficit fiscal de este año?

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