Brufau dice que la industria energética se debate entre la crisis en Europa y la mayor demanda en Asia
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, considera que la industria energética mundial se encuentra en una "etapa clave" en la que los agentes deben afrontar la "realidad dual" de abordar la crisis en Europa y, al mismo tiempo, responder a la demanda creciente en Asia y otras regiones emergentes.
"Nos debatimos entre una severa crisis en el Viejo Continente cuyo final está por determinar, y que ha ralentizado el consumo a todos los niveles, y entre lo que ocurre en otras regiones del mundo, donde la demanda de energía va en aumento", señaló el presidente de Repsol, Antoni Brufau.
El directivo realizó estas consideraciones en la apertura de una jornada sobre los retos del futuro energético organizadas por el Comité Español del Consejo Mundial de la Energía (Cecme) y Enerclub en la nueva sede de Repsol.
El aumento de la demanda en los países emergentes viene acompañado de un incremento demográfico y de un mayor acceso a los bienes de consumo por parte de las clases medias, explicó el presidente de la petrolera.
En la apertura de las jornadas, en la que también participó el consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca, los ponentes aludieron a los retos energéticos asociados con el crecimiento de la población mundial, que alcanzará los 9.000 millones de personas en 2050, y el aumento del consumo per cápita de energía, lo que provocará un aumento de la demanda.
Los organizadores consideran que, para hacer frente a estos retos, será previsiblemente necesario un incremento de la oferta de todas las fuentes energéticas, y aluden a un cambio en el reparto geográfico del consumo.
Para el presidente del Real Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa, los avances tecnológicos permitirán responder a los retos de la oferta energética, frente a las teorías "neomalthusianas" que pronostican un agotamiento de recursos asociado al incremento de la población.
Lamo de Espinosa consideró además que la energía no es solo una variable geoestratégica, sino también un factor independiente capaz de explicar el desarrollo de las sociedades.
Además, citó varios posibles escenarios geoestratégicos futuros condicionados por el consumo energético. En uno de ellos, Estados Unidos se convertiría en un país energéticamente autosuficiente y relajaría sus esfuerzos por garantizar la "seguridad energética" en Oriente Medio, lo que generaría dudas acerca de la capacidad de Europa de garantizarse el abastecimiento desde esta región.