Banco de España: La reordenación va por el buen camino, aunque queda trabajo
El director general de Supervisión del Banco de España, Ramón Quintana, se ha mostrado hoy convencido de que la reestructuración del sistema financiero español "va en la dirección adecuada", aunque ha matizado que aún queda mucho trabajo por hacer.
El director general de Supervisión del Banco de España, Ramón Quintana, se ha expresado así durante su intervención en una jornada sobre los Nuevos requisitos de solvencia para la banca española, en la que ha mostrado su deseo de que el proceso de reordenación esté en su fase de culminación. Un proceso que se inició en 2008 según ha recordado Quintana, quien ha asegurado que las primeras medidas que se llevaron a cabo "no tuvieron el grado de eficacia que hubiera sido deseable".
"Estas medidas no pudieron disipar todas las incertidumbres", ha subrayado el director general de supervisión del Banco de España, para quien el memorándum de entendimiento (MOU) que recoge las condiciones de ayuda a la banca española "es una clara hoja de ruta" para concluir la reestructuración.
Y es que según ha recordado, el Gobierno español con el objetivo de sanear el sector, pidió ayuda a sus socios europeos, que pusieron a disposición de España hasta 100.000 millones de euros, una cantidad muy superior a los más de 53.000 millones de déficit de capital del sector estimado por Oliver Wyman.
No obstante, estas necesidades de capital estimadas serán "sustancialmente inferiores" después de que las entidades traspasen sus activos problemáticos al denominado como "banco malo" y se absorban perdidas por los activos híbridos, ha señalado Quintana.
En cuanto al conocido como "banco malo", el director general de Supervisión del Banco de España también ha asegurado que nacerá con más capital que cuando lo hicieron otras sociedades como la de Irlanda.
Ha explicado que la sociedad, que tiene una voluntad clara de ser rentable, contará con un estructura organizativa "ligera".
En conclusión, para Quintana, las medidas aprobadas por el Gobierno contribuirán a reducir las incertidumbres sobre el sistema financiero español y reforzarán su solidez.
"Esperemos que el sistema bancario resultante esté dispuesto a encarar un futuro que será todavía complejo", ha dicho Quintana, que ha alertado de que la banca española tendrá que adaptarse a las nuevas reglas como la normativa Basilea III.
No obstante, Quintana se ha mostrado convencido de que las entidades españolas "está en una buena disposición" para hacer frente a los nuevos requerimientos europeos, después de que al sector ya se le haya exigido un 9 % de core capital.
"Entendemos que esta es una etapa compleja y exigente, pero haremos todo lo necesario para tener una banca solvente", ha finalizado Quintana.