_
_
_
_
_
Las previsiones de la CE y de España difieren sobre los objetivos de recorte de déficit

¿Dónde puede Rajoy apretar más el cinturón?

El Gobierno español insiste de manera oficial: no habrá recortes adicionales ni está sobre la mesa la renegociación del objetivo de déficit. Pero las intervenciones de miembros del Ejecutivo dejan entrever que aún hay margen para más ajustes, máxime si se quiere cumplir con las duras metas que marca Bruselas. Mantener la subida del IRPF o cambiar el sistema de revalorización de las pensiones son algunas de ellas.

El 7 de noviembre mientras el mundo miraba a EE UU pendiente del resultado electoral, la Comisión Europea salió a la palestra para dar a conocer sus previsiones del próximo año. El varapalo fue importante: mientras que España tiene previsto reducir su déficit este año al 6,3% del PIB y en 2013 al 4,5%, Bruselas estima que 2013 cerrará con un déficit del 8% y en 2014, entre el 6 y el 6,4%.

Las estimaciones disparan los rumores sobre la necesidad de ajustes adicionales de cara a 2014. Y los miembros del Gobierno dan a entender algunas medidas. Después de la oleada de recortes y de presentar los dos presupuestos más austeros de la democracia en medio año ¿de dónde queda apretarse el cinturón?

Pensiones

Las pensiones y el sistema que se emplea para revalorizarlas es uno de los puntos calientes. En las últimas semanas las dudas sobre si el próximo año subirán o no las rentas de las personas mayores en función del IPC centran la atención de los medios. El Gobierno no ha querido precisar nada al respecto. Mariano Rajoy, que durante meses se ha mostrado a favor de su revalorización, ha cambiado el tono y ahora se limita a señalar que la decisión se tomará a lo largo de este mes. Por su parte, el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, tampoco resuelve el dilema y se escuda en la idea de que IPC sin impuestos "refleja mejor la realidad", dando a entender que este indicador podría ser utilizado para la próxima revalorización.

También hay presiones desde Bruselas, donde la unión del IPC a las pensiones es vista como un mecanismo muy costoso, por lo que se aboga por otro que tenga más presente el factor de sostenibilidad.

Prolongar la subida de IRPF

Ya lo ha dejado entrever el ministro de Economía, Luis de Guindos: otra fórmula para cumplir con el Plan de Estabilidad podría ser el mantenimiento la subida del IRPF a lo largo de todo 2014. Esta iniciativa, una de las primeras puestas en marcha por el actual Gobierno tras ganar las elecciones, fue calificada por Mariano Rajoy como una medida temporal prevista para este año y el próximo. Sin embargo, la dificultad por parte de la Administración de obtener ingresos parece hacer inevitable su prórroga, al menos hasta que se alcance el objetivo del 3%.

Paga extra de los funcionarios

El mismo camino seguiría supresión de la paga extra a los funcionarios con la que el Ejecutivo pretendía captar hasta 4.000 millones de euros. Con anterioridad y a la espera de conocer algún dato al respecto, el ministro de Economía y Hacienda, Cristóbal Montoro advirtió que podría empezar a recuperarse a partir del 2015.

La extensión en el tiempo de ambas políticas evitaría un incremento del gasto y una drástica reducción de los ingresos si estas se eliminasen de golpe, volviendo así a una situación de desequilibrio.

Jubilaciones y prejubilaciones

Uno de los puntos en los que más incide Bruselas es en el ajuste del empleo, especialmente el público. Entre sus objetivos se encuentra la eliminación de duplicidades y la aceleración de la edad de jubilación a los 67 años, medida ya aprobada por el anterior Gobierno socialista, pero cuya implantación creen que se está retrasando.

Junto a esto, los esfuerzos se concentrarán en frenar las prejubilaciones y las jubilaciones anticipadas que tanto dañan a las arcas públicas. Las jubilaciones parciales, el gran agujero de la Seguridad Social, suponen un gasto de 2.600 millones de euros. El Gobierno está estudiando distintas alternativas para poner fin a esta sangría y las opciones que se barajan son varias: reformar la jubilación parcial, eliminar el retiro anticipado y fomentar la compatibilización del salario y la recepción de la pensión una vez se haya alcanzado la edad de jubilación. Lo que se trata con todo ello es poner veto a una sangría que durante mucho tiempo ha dominado el mercado laboral español y que contrasta con las exigencias que existen en otros países europeos en donde se pide al trabajador que haya cotizado más de 35 años.

¿Recorte de empleados públicos?

El despido de funcionarios, y especialmente de empleados públicos que hasta el momento contaban con la inmunidad, es otra de las variables que podrían someterse a estudio. Hasta el momento se ha conocido que el Gobierno solo podrá despedir al 13% de los empleados a cargo de la administración, dejando a las autonomías y ayuntamientos el ajuste más drástico.

Tiempo para las reformas estructurales ya emprendidas

A estos ajustes habría que sumar la consolidación de las reformas en educación y sanidad que, según el Ejecutivo, están empezando a dar sus primeros frutos. Como ejemplo señalan la caída en un 20% del gasto farmacéutico durante los dos primeros meses de vigencia del copago sanitario.

Más información

Archivado En

_
_