BNP y sus fuerzas regionales
BNP está en un momento dulce. Hace un año, cuando la crisis de la eurozona golpeó fuerte, los bancos franceses se apresuraban en reducir su apalancamiento. Ahora, el mayor banco francés es uno de los bancos más sólidos en Europa, pero debería dar pasos para asegurar que la dulzura no se vuelve amarga.
Los resultados del tercer trimestre confirman una tendencia que ya era obvia. El ratio de capital Tier 1 bajo las reglas de Basilea III está ahora en el 9,5%, por encima de la mayoría de sus competidores europeos. El banco ha reducido su dependencia de la financiación en dólares, y ha recortado los activos de riesgo de la banca de inversión. Los beneficios antes de impuestos crecieron un 11% hasta septiembre.
BNP es uno de los pocos grandes bancos europeos con capital seguro. Su banco de inversión tiene una cuota del 5-6 del comercio mundial de renta fija. Hay margen para aumentarlo, tanto porque otros bancos como UBS se están retirando del negocio, y porque las empresas europeas están cambiando los créditos bancarios por el mercado de bonos para financiarse.
Sin embargo, BNP debería ser cauteloso. Los movimientos para aumentar la renta fija en EE UU tienen sentido si el objetivo es proporcionar una red global de inversores para deuda originada en Europa. Pero un impulso más agresivo en la emisión primaria de deuda fuera de Europa resultaría más difícil, dado que BNP no es un actor global de la escala de JPMorgan, Deutsche Bank o Barclays.
Hay más razones para la cautela. Los reguladores europeos podrían insistir en la delimitación de la banca de inversión. Y BNP, con su fuerte base comercial en Francia e Italia, depende de la suerte de la economía europea y podría verse afectado si la recuperación se debilita más.
La actual fortaleza de BNP se ha conseguido por combinar una mentalidad conservadora y una rápida limpieza en primavera. Lo ideal sería que la próxima fase del banco se inspire en el mismo tipo de sobriedad.