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Cada décima que baje la inflación ahorra 200 millones en pensiones

La gasolina roza mínimos del año y rebaja la presión sobre el IPC

El precio de los carburantes sigue bajando y en la primera semana de noviembre ha rozado mínimos del año. Esa rebaja puede reducir la factura que el Ejecutivo tiene que abonar por actualizar las pensiones. Cada décima que baje el IPC, en el que los carburantes pesan un 8,2%, generará un ahorro de 200 millones.

Imagen de un surtidor de gasolina en EE UU
Imagen de un surtidor de gasolina en EE UU

La inflación se ha convertido en un quebradero de cabeza para el Ejecutivo. Los precios de los carburantes iniciaron en junio una escalada que llevó al IPC a crecer un 3,5% en octubre, según el último indicador adelantado por el INE. El dato definitivo se conocerá el próximo día 13. La principal preocupación del Gobierno es el dato con el que cerrará noviembre, ya que es el que se toma como referencia para actualizar las pensiones. Si ese indicador se mantiene sin variaciones, el Gobierno tendrá que abonar 5.000 millones de euros (2.500 por el desvío de este año, ya que la previsión era que los precios subieran un 1% y otros 2.500 millones por consolidar ese incremento en 2013).

Por ello, el Ejecutivo intensificó desde septiembre la presión sobre las petroleras para que bajaran sus márgenes y al mismo tiempo propiciaran una rebaja del precio de los carburantes con el fin de frenar la escalada del IPC. El primer objetivo se ha cumplido, aunque más que por la política de precios aplicada por las compañías petroleras, obedece más al abaratamiento del crudo y a la apreciación del euro frente al dólar (el petróleo cotiza en esa última moneda, así que una depreciación del billete verde rebaja los costes por su compra) que comenzaron a notarse a partir de la primera semana de septiembre (ver gráficos). En ese período, el litro de gasolina y gasóleo tocaron máximos en España, con precios de venta al público de 1,52 euros y 1,44 euros por litro, respectivamente. Posteriormente, iniciaron un descenso, especialmente apreciable en octubre y en la primera semana de noviembre, que les ha llevado a unos precios de 1,36 y 1,35 euros respectivamente.

Estos últimos datos se han obtenido al calcular la media de los precios facilitados por las estaciones de servicio al Ministerio de Industria (más de 6.000 en el caso de la gasolina de 95 octanos y más de 9.400 en el del gasóleo). Si ese descenso de precios de los carburantes se constata en noviembre y se transmite a la inflación se podría romper la escalada registrada por el IPC en los últimos cuatro meses, en los que pasó de registrar incrementos del 2,2% a un 3,5%. Especialmente significativo fue el aumento de siete décimas experimentado en septiembre, que se cerró con un alza del 3,4%. El INE subrayó que, sin el impacto de los carburantes y los combustibles líquidos, el incremento del índice general en ese mes se habría limitado al 2,7%.

Una cifra nada despreciable si se tiene en cuenta que por cada décima que baje el IPC de noviembre, el ahorro que obtendrá el Ejecutivo por la actualización de las pensiones es de 200 millones (100 por la revalorización este año y otros 100 por consolidarla en 2013). De hecho, el Gobierno todavía no ha tomado ninguna decisión sobre la actualización de las pensiones a la espera de conocer el dato definitivo de noviembre. Entre otras cosas se había planteado la posibilidad de utilizar un nuevo índice que descuente la subida de impuestos para reducir el coste de la actualización.

El desencuentro entre Soria y las petroleras

La escalada del precio del crudo llevó a la gasolina a un nuevo máximo histórico, al superar el listón de 1,5 euros por litro en septiembre. Ese incremento disparó la inflación, lo que unido al alza del IVA y al recorte de salarios, supuso una merma muy importante de la renta disponible. En ese contexto, el ministro de Industria, José Manuel Soria, decidió tomar cartas en el asunto y lanzó a principios de septiembre una campaña contra las petroleras, a las que acusó de tener unos márgenes excesivos y de no arrimar al hombro para contener el precio de los carburantes. "Los márgenes que las petroleras obtienen por los precios de los carburantes resultan mayores que los que marca la media europea", denunció Soria, quien inició una serie de reuniones con los presidentes de las tres compañías con más presencia en España (Repsol, Cepsa y BP) para llegar a un acuerdo.Las petroleras rechazaron las acusaciones, aunque se comprometieron a un mayor control de sus márgenes. Incluso Repsol anunció que repercutiría a los precios solo la mitad de la subida del IVA hasta el 31 de diciembre.En los dos meses que han transcurrido desde que se inició la batalla entre Soria y las petroleras, el precio de gasolina de 95 octanos ha descendido un 10,1%, prácticamente lo mismo que subió en los nueve primeros meses del ejercicio, mientras que el del gasóleo registró una bajada del 5,9%. Fruto de esa presión o del abaratamiento del crudo o de la apreciación del euro, ese descenso de precios es el más importante dentro de la Unión Europea. En otros países vecinos estos han descendido menos; en Francia, el recorte ha sido del 5,3% y del 1,5%, respectivamente, mientras que en Italia se ha limitado al 4,1% y al 1,6%.

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