Sandy no tendrá efecto político
Una tormenta récord se levantó durante la tarde del lunes dejando túneles inundados, gran parte del bajo Manhattan a oscuras y las sedes de bancos como Goldman Sachs funcionando con la energía de emergencia. El daño económico podría acabar siendo de 20.000 millones de dólares, según una previsión anterior a la llegada completa del huracán Sandy. Por suerte para los votantes americanos, llegó una semana antes de las elecciones del 6 de noviembre.
Un total de siete millones de personas quedaron sin electricidad en la costa este. Las inundaciones y los problemas con el transporte se sumarán al caos. Pero al igual que Wall Street volverá a funcionar probablemente mañana, la mayoría de la gente que quiera votar podrá hacerlo. Los estados afectados por Sandy están inclinados en su mayoría hacia el presidente Obama, por lo que los problemas que persistan no deberían cambiar el resultado. Cualquier efecto significativo en los últimos días en la carrera a la Casa Blanca se derivarán de la respuesta de los candidatos a la tormenta. Obama podría obtener un impulso publicitario, ya que parte del trabajo de un presidente es dar respuesta a los daños.
Obama es el candidato que más se asocia a la acción del gobierno. Las advertencias anticipadas, muy justificadas, junto al visible trabajo de los cuerpos de policía y bomberos puede sacar de dudas a algunos votantes indecisos. Lo contrario habría hecho mucho daño tanto a Obama como a otros como Chris Christie, el gobernador republicano de Nueva Jersey que ha elogiado el trabajo del presidente. Pero cualquier signo de una respuesta lenta o fallida a la tormenta, como sucedió con George W. Bush y el Katrina, le daría munición a Romney y dañaría sus perspectivas en todo el país.
Pase lo que pase, ambos necesitarán evitar sacar provecho de la desgracia, y será mejor que centren los esfuerzos en recuperar la normalidad en toda la región. Salvo grandes meteduras de pata, el impacto político de la tormenta será pequeño.