Más control para la banca griega
Los bancos griegos en quiebra necesitan una mejor supervisión de la Troika. La Comisión europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE), y el Fondo Montario Internacional (FMI) proporcionaron 18.000 millones de euros a principios de año para reparar los balances de los prestamistas griegos. Pero están en peligro de olvidarse de vigilar lo que pasa después.
La entidad encargada de supervisar las participaciones del gobierno Griego, el fondo de estabilidad financiera de Grecia (HFSF por sus siglas en inglés), tendrá un "consejo general" de cinco miembros. Dos de ellos son nombrados por el Banco de Grecia y el ministerio griego de Finanzas, dos serán banqueros con "experiencia internacional", y el último probablemente no será un banquero. Eso significa que todos podrían ser griegos.
La Troika ha incorporado algunas salvaguardas. Tiene que aprobar tres de los cinco miembros del consejo general, y la CE y el BCE han estado monitorizado el comité de selección de personal del HFSF y enviará observadores a las futuras reuniones del consejo general. Pero no tiene veto formal a lo que haga el HFSF.
Para los bancos es poco prudente. La gobernanza corporativa griega está muy por debajo de los promedios mundiales en temas como la protección de los acreedores, de acuerdo con un informe del Banco Mundial, y puntúa pobremente en la realización de estudios de control de la corrupción. Reuters ha informado de escándalos financieros en el Banco del Pireo y Proton Bank. Como mínimo, las autoridades de la eurozona deberían impulsar un veto sobre las decisiones del HFSF.
Entre los griegos existe un gran resentimiento hacia los extranjeros que están imponiendo una austeridad dolorosa a cambio de los fondos que mantienen a Grecia sin quebrar. Pero el gobierno está siendo presionado para aceptar supervisión externa sobre la recaudación de impuestos. Debería estar dispuesto a aceptar una vigilancia más estrecha del organismo que también hará funcionar los bancos griegos.