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A fondo

Endesa deslía la maraña chilena

La decisión de Endesa de poner orden en la veintena de empresas en las que participa en cinco países de Latinoamérica, en muchas de ellas a través de dos holdings distintos (la chilena Enersis y Endesa Latinoamérica) desencadenó el pasado verano un conflicto con sus socios chilenos. Y es que, además de racionalizar la maraña de participaciones cruzadas en Brasil Colombia, Perú, Chile y Argentina, la eléctrica española propiedad de Enel ideó una operación con la que obtener fondos para sus inversiones en la zona.

Endesa anunció en julio una ampliación de capital de 8.000 millones de dólares en Enersis, grupo que controla con un 60,6% del capital, en la que la eléctrica no aportaría dinero sino el resto de participaciones en Latinoamérica, que ella valoró en 4.800 millones de dólares. El anuncio puso en pie de guerra a los minoritarios de Enersis, entre los que se encuentran, con un 13% del capital, los todopoderosos fondos de pensiones del país gestionados por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).

Las presiones de los accionistas locales y del propio Gobierno llevaron al regulador del mercado chileno (la Superintendencia de Valores y Seguros o SVS) a tomar cartas en el asunto, reclamando nuevas valoraciones de los activos que Endesa iba a aportar. De este cometido se han ocupado las firmas IM Trust y Claro y Asociados, que el miércoles pasado entregaron sus informes.

Sin embargo, estos de por sí no han resuelto el conflicto, que requerirá un proceso de negociación entre las partes, que se podría prolongar hasta diciembre. Por el momento, antes de que acabe este mes, el consejo de administración de Enersis deberá convocar la junta extraordinaria pendiente para aprobar la polémica ampliación de capital y del que, probablemente, saldrá una nueva propuesta de precio.

El quid de la cuestión es saber qué valoraciones se tendrán en cuenta, ya que se han realizado varias con distintas metodologías. Si se atiene a la del descuento de flujo de caja (precisamente, la que utilizó el primer evaluador contratado por Endesa, Eduardo Walker) las diferencias no es mucha: 4.862 millones de dólares este último y entre 4.627 millones (Claro y Asociados) y 4.700 millones (IM Trust). Sin embargo, será la valoración a precios de mercado la que finalmente impere. En este caso, el rango alto (teniendo en cuenta el precio medio de la acción el día antes de anunciada la operación) se sitúa entre 4.024 millones y casi 4.500 millones de dólares y el rango bajo (el precio del pasado martes), que arroja un valor entre 3.500 y casi 4.900 millones. Para los minoritarios, este no superaría los 3.000 millones de dólares.

En cualquier caso, el precio sobre el que discutir será el de los evaluadores oficiales. Y, aunque Endesa deberá negociar bajo presión (algunas fuentes aseguran que los ejecutivos de la eléctrica apenas salen del hotel en el que se hospedan en Santiago de Chile), cuentan con la corriente favorable a la ampliación de capital que fluye en el país. La tesis general, a la que se suma el propio Gobierno, considera beneficioso que Enersis se convierta en la plataforma financiera de Endesa para toda Latinoamérica.

Aun con todo, hay expertos que opinan que gestionar las inversiones desde Chile supondrá un aumento de riesgo bursátil. "Al traer activos internacionales se está importando el riesgo del proyecto y de la economía de donde provienen". Además, podría incitar a otras empresas multinacionales a hacer lo mismo que Enersis.

Los propios evaluadores creen también que no hay sinergias relevantes en la combinación de Enersis y las participadas de Endesa en Latinoamérica. Por esta razón, consideran que no se justificaría el pago de primas sobre el valor de mercado por absorber dichas participaciones. En cualquier caso, la balanza se inclina a favor de una operación que, en general, se considera "estratégica" y "positiva" para Enersis, porque le proporciona tamaño y elimina un potencial conflicto respecto a la expansión de Endesa Latinoamérica en la región. Esta cuestión de los conflictos de competencia ha resultado relevante.

El propio ministro de Economía de Chile, Pablo Longueira, defendió el viernes en una entrevista a Efe la ampliación de capital de Enersis, a pesar de los "errores de forma" que en su opinión se han cometido en la operación. Y consideró que la operación será "muy beneficiosa" para Chile siempre y cuando esos errores se corrijan y "todo el mundo sienta que gana", lo cual, ayudaría a transmitir una imagen de confianza del país.

Una manera más de explicar lo que está en la mente de todos: que la resolución del conflicto es una cuestión de precio. O mejor, de la disposición de Endesa a rebajar el precio que propuso en julio. ¿En cuánto? En lo que le permitan unas negociaciones en un terreno hostil.

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