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Quiere que los nuevos ajustes de plantilla se realicen a bajo coste

Bruselas pide a la banca con ayudas que despida con 20 días por año

Poco a poco Bruselas va imponiendo su criterio en la reforma del sector financiero, sobre todo para las entidades nacinalizadas o que han recibido ayudas públicas. Dentro de la fuerte reestructuración del balance que reclama a las entidades con capital público -superior al 40%- exige que en los ajustes de plantilla se aplique directamente la reforma laboral, 20 días por año trabajador con un tope de 12 mensualidades.

Puede que los ajustes de plantilla que aún quedan por realizar en el sector financiero se aprueben sin contar con el consenso de sindicatos y empresa. Sería la primera vez en el que el sector no logra un acuerdo entre ambas partes y que siempre ha servido para evitar la conflictividad en uno de los grupos de entidades más delicados y susceptibles del tejido empresarial del país.

Bruselas quiere extender la reforma laboral también a los despidos en la banca, sobre todo si la firma en cuestión cuenta con capital público. Este es el mensaje que está lanzando en estos días el Banco de España a las entidades financieras cuando presentan sus planes de viabilidad para recibir ayudas públicas, y que incluyen nuevos y duros ajustes de plantilla y oficinas. Pero sus principales destinatarias son las entidades nacionalizadas -Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia, Banco de Valencia y ahora Banco Gallego, cuya venta depende ahora del FROB-.

Bruselas, y por extensión la troika (la UE, el FMI y el BCE) exigen a estas entidades que se olviden de realizar ajustes de plantilla con despidos con indemnizaciones muy por encima de las que recibe el resto de los trabajadores de otros sectores. La razón es no solo ña crisis de la economía española en general y de la banca en particular, sino también el hecho de las ayudas que recibirán de Europa y que rondarán los 40.000 millones de euros, según cálculos del Gobierno.

Reclaman que se aplique estrictamente la reforma laboral aprobada por el Gobierno en febrero pasado, lo que supone que impere las salidas de personal con 20 días por año trabajado y un máximo de 12 mensualidades.

Los sindicatos han recibido el mismo mensaje directamente desde Bruselas, donde el pasado 19 de este mes se celebró una reunión del Diálogo Social Sectorial de Banca, al que asistieron los sindicatos europeos del sector, las tres patronales -de bancos, cajas y cooperativas- y que contó con la presencia del representante de la Comisión Europea Vladimir Zuberec.

Los sindicatos consideran que esta medida supone una exclusión de la negociación colectiva. El convenio colectivo de las cajas se aprobó en marzo, aunque prácticamente nació condenado a morir rápidamente tras la fuerte reestructuración que está sufriendo el sector. El rechazo a esta imposición es secundada por una parte de las entidades, que mantienen que esta exigiencia puede provocar conflictos labores en un momento muy delicado para el sector.

El último proceso de ajuste aprobado ha sido el de Unnim, entidad catalana absorbida por BBVA. La indemnización media que recibirán las 1.169 salidas pactadas será de 35 días por año trabajado más una prima adicional equiparable a un mes extra de salario por cada trienio en la empresa. Quedan definitivamente entrerrados las indemnizaciones de 45 días por año trabajado, con un tope de 42 mensualidades.

Los primeros en aplicar la reforma laboral en la banca pueden ser los empleados de Bankia y de Novagalicia. Ambas entidades tienen muy avanzados sus planes de recapitalización, y pese a haber reducido considerablemente su plantilla y red desde su creación, deben someterse aún a fuertes ajustes.

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