El PSOE elude abordar la dimisión de Rubalcaba pero promete cambios
La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, aseguró ayer que tras las derrotas socialistas en las elecciones gallegas y vascas el partido hará "todos los cambios que sean necesarios" y acelerará la renovación ideológica, pero dejó claro que en ningún momento se ha planteado la dimisión del secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Ni cambios en la dirección, ni tampoco se adelantará la elección del próximo candidato a la Moncloa: "No es en absoluto el debate más urgente". Así de tajante se mostró ayer la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, durante su comparecencia ante los medios tras la reunión de la Ejecutiva socialista.
Valenciano incidió en que estas elecciones autonómicas no pueden ser un termómetro para la dirección federal: "En Galicia y en Euskadi hemos perdido más veces de las que hemos ganado y si en cada una se hubiera cuestionado a la dirección federal no habría habido estabilidad", señaló.
Según la dirección del PSOE, la derrota de este domingo se enmarca en el "ciclo electoral negativo" que comenzó en las autonómicas y municipales de 2011 y "que todavía no ha terminado". Eso sí, a preguntas de los periodistas reconoció que la Ejecutiva actual también se siente responsable de esta nueva derrota, "de lo bueno y de lo malo".
En palabras de Valenciano, el PSOE está viendo que la confianza "se pierde con mucha facilidad", pero para poder recuperarla se necesita tiempo". Reconoció que el PSOE no ha sabido movilizar a la gente que se alejó de ellos -"hay un déficit de movilización de nuestro propio electorado"- y recibió de ellos el mensaje de que el partido tiene que ir "más deprisa y más a fondo" para superar ese "ciclo negativo".
Para la número dos de Rubalcaba, el partido no está "ante un mero problema de imagen ni caben soluciones cosméticas ni superficiales", sino que el "único camino" pasa por el "compromiso con España" y la salida de la crisis, la defensa de los valores del PSOE, la fortaleza del partido y actualizar el proyecto socialista reforzando los lazos con la sociedad. "No se trata de deslumbrar, sino de convencer", dijo; el PSOE quiere "avanzar, pero sin buscar atajos".
"No tenemos un plan mejor que comprometernos a fondo con el país, con los ciudadanos y con nuestras convicciones, es más, afirmamos que no existe un plan mejor que éste. Afrontamos este periodo con preocupación porque la situación no es buena, pero sin ansiedad porque creemos en nuestro proyecto y en nuestras siglas", manifestó la dirigente socialista.
Valenciano explicó que el PSOE no reunió este lunes a su Ejecutiva Federal en pleno porque no sería "razonable" hacerlo sin Patxi López y Pachi Vázquez, que celebraron sus respectivas ejecutivas regionales, y atribuyó la no comparecencia de Rubalcaba en rueda de prensa a que está preparando el próximo debate presupuestario. Según confirmó, sí comparecerá el próximo lunes, después de la reunión de la Ejecutiva.
La dirigente socialista admitió no saber si es "el peor momento" del PSOE en 35 años, como comentó el exministro Juan Fernando López Aguilar, pero sí reconoció que "es malísimo" y dijo que compartía la reflexión que éste ha hecho durante la reunión de la dirección a puerta cerrada. A sus compañeros socialistas, Valenciano les pidió "responsabilidad" y una reflexión "serena". "Compañero viene de compartir el pan. Algunos lo comparten y otros no, pero la mayoría lo está haciendo", resumió. La dirección del PSOE "acompañará" y "compartirá" los análisis específicos que hagan los socialistas vascos y gallegos, pero también quiere estudiar las "razones de índole general", "con serenidad y sin excusas".
Por último, Valenciano anunció que Rubalcaba reunirá antes de fin de año, al Comité Federal del PSOE -máximo órgano del partido entre Congresos- y al Consejo Territorial, que engloba a los barones socialistas.
Rajoy avala la estrategia de Basagoiti
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, avaló ayer la estrategia del líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, y su gestión al frente del partido, pese al discreto resultado obtenido por su formación en las elecciones autonómicas y a las críticas de algunos sectores externos próximos a los planteamientos de Jaime Mayor Oreja.El jefe del Ejecutivo habló con el barón popular tras el recuento que certificó la irrupción de Bildu con 21 escaños y la caída del PP de 13 a 10 y de más de 16.000 votos respecto a los comicios de 2009. Y lo hizo para trasladarle su respaldo a las tesis que ya contempla la actual dirección en Euskadi, sugiriendo así continuidad al frente del partido.Para Rajoy, lo fundamental en esta cita con las urnas era lograr la mayoría absoluta en Galicia, medir el desgaste del Gobierno y conseguir unos meses de calma interna. Pero a partir de ahora, y ante el "escenario muy complejo" que se configura en el Parlamento de Vitoria, también la cúpula nacional se centrará en el País Vasco, según fuentes del partido.