Enlace entre banca y construcción
El enorme impacto de la crisis inmobiliaria se ha centrado en miles de ciudadanos y, en el campo empresarial, en tres áreas de actividad: la banca, la construcción residencial y el inmobiliario. Los tres sectores se han visto sometidos a tensiones, aún no resueltas, que marcarán un antes y un después en su desempeño. Una de las soluciones encontradas para resolver el dilema entre el compromiso del sector financiero y las deudas de promotores y particulares hipotecados es el banco malo, ese cajón en el que se meterán los activos tóxicos de inmuebles y suelo para sacarlos de los balances bancarios y ponerlos a funcionar.
Pero mientras esto sucede, lo que según el Gobierno no ocurrirá hasta finales de año, será bueno que los sectores afectados aceleren la búsqueda de soluciones. En esta línea se han empezado a mover con acierto algunas empresas, que han decidido ofrecer su capacidad para reactivar la edificación en suelo en manos de la banca. Sociedades como Inberalia -filial de Inbisa-, Level, Arpada y Vía Célere ya se han puesto manos a la obra y han ofrecido, entre otros proyectos, desarrollar suelo de entidades financieras en grandes ciudades. Un doble acierto porque con ello consiguen la tan necesaria carga de trabajo y resuelven el grave problema de darle salida al deteriorado stock de suelo que amontona la banca.