Personas y finanzas: soluciones y prioridades
Los últimos tiempos han marcado cambios significativos, al vernos sometidos a una de las mayores crisis globales de nuestra historia reciente y que pone en duda la forma en la que muchos agentes económicos han ido tomando sus decisiones.
Como consecuencia de ello, a un periodo de extraordinaria libertad y aperturismo en el entorno regulatorio de las operaciones económicas, estamos viviendo un cambio de estrategia hacia un escenario mucho más "regulado y normado" en aras de evitar o controlar los excesos a los que hemos asistido.
Entre los "culpables" de esta crisis global, como más claros protagonistas y con varias cabezas de ventaja sobre sus seguidores se encuentran protagonistas con diferentes roles dentro del sector financiero, y dentro de este casi sin diferenciar entre justos y pecadores se va extendiendo una marea contaminante de sospecha que es caldo de cultivo de críticas a veces exageradas y que muchas veces no resultan del todo justificadas. Una reflexión más filosófica y moralista del contexto debe hacernos pensar en nuestros comportamientos personales, en nuestra responsabilidad dentro de la crisis y en de qué forma debemos mejorar y sobre todo, en ser más justos en nuestros juicios y valoraciones de una situación que como tantas otras no tiene tan "evidentes culpables" a los que resulta extremadamente fácil tachar de irresponsables.
Muchos miles de expertas palabras se han escrito sobre las causas de la crisis, sobre el mundo que nacerá como producto de esta oleada de cambios, sobre sus posibles soluciones. Al final es inevitable llegar a una conclusión: todo es opinable, las causas de la situación son muchas, diversas y dispares y el futuro es incierto.
Las causas de la situación actual, podemos decir que están protagonizadas por un sector, por una compañía o por varias, pero finalmente son imputables a un conjunto de personas y en los defectos del ejercicio de sus profesiones han devenido los detonantes del cambio del que estamos siendo testigos.
Todos estos elementos causales están relacionados con comportamientos de personas, con mayor o menor poder, mayor o menor responsabilidad o sentido de la misma que han podido abusar de autonomía profesional, que han premiado de forma errónea la asunción de riesgos o que han trasladado a los consumidores competencias que nunca deberían ser extraídas del profesional que desempeña en todo mercado una función de asesoramiento.
Descendiendo a la realidad de España y de su sector financiero, actualmente escenario de diversos cambios traumáticos y procesos de concentración, hemos vivido situaciones en las que la política se ha mezclado con criterios de eficacia profesional y con intereses regionales. De un pasado en el que convivían hasta tres tipos de entidades con diferentes intereses y estrategias (Bancos, Cajas de Ahorros y Cajas Rurales) a un futuro a corto plazo donde solo persistirán dos tipos de entidades: grandes grupos fruto de procesos de consolidación y pequeñas entidades solventes.
El sector financiero español ha sido tradicionalmente objeto de múltiples críticas dentro y fuera de España. Me gustaría, en este contexto, destacar algunos de los aspectos cuya gestión no ha sido abordada en la forma más eficiente posible: la relación entre carrera profesional, contribución y compensación asociada; equidad retributiva y situaciones de salida profesional (ya se trate de prejubilaciones, despidos o bajas incentivadas).
El nuevo entorno regulatorio que hemos comentado está provocando importantes alteraciones en el escenario actual, que cambia de semana en semana. De este modo, empiezan a verse los cambios dentro del Sector aunque queda todavía mucho camino por recorrer.
En este nuevo mundo que está naciendo y desde la óptica de la gestión de los recursos humanos, creo que las compañías pueden y deben estar preparadas para afrontar sin dilación nuevos retos, como son, entre otros, la revisión del modelo de compensación total -entorno, retribución, beneficios y carrera-; el reparto de responsabilidades entre negocio y riesgos y la correcta utilización de las herramientas de optimización de las estructuras organizativas.
Enrique Torres García. Gerente en la Práctica de Talent & Rewards. Towers Watson- España