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Parte del sector teme una nueva fiscalidad

Las tabacaleras, divididas ante la creciente guerra de precios en Canarias

La decisión de Philip Morris de bajar el precio de Marlboro en Canarias desde 2,40 hasta 1,80 euros por cajetilla ha desatado los nervios del sector. Las tabacaleras asumen que esta medida disparará el contrabando hacia la Península. Pero, además, una parte de ellas teme que desemboque en un nuevo cambio de la fiscalidad.

Canarias está ardiendo", asegura un directivo de la industria tabacalera al valorar la decisión de la estadounidense Philip Morris de bajar en 60 céntimos el precio de venta en las islas de su principal enseña: Marlboro, que desde ayer cuesta 1,80 euros por cajetilla, frente a los anteriores 2,40 euros. "Con esta rebaja tan solo van a conseguir poner patas arriba a la industria del tabaco en el archipiélago porque otras compañías van a ir detrás, no queda otra opción", recalca la misma fuente.

Otro directivo del sector señala que su compañía aguantará todo lo posible antes de bajar precios porque, asegura, en Canarias no es rentable vender por debajo de los 2,22 euros. "Pero si vemos que nuestra cuota de mercado se resiente de forma significativa no nos quedará otra alternativa que bajarlos, llevamos más de un año y medio con movimientos de precios en las islas y esta coyuntura no da mucho más de sí".

Pero la guerra en Canarias puede ir mucho más allá del mero movimiento de precios. "En la Península, ahora mismo, la situación está tranquila a pesar de que Philip Morris también ha bajado en las últimas semanas el precio de algunas de sus marcas, pero lo que tememos es que el pulso que se ha echado con el movimiento de Marlboro acabe suponiendo un nuevo cambio de fiscalidad", aseguran desde la industria. "No tiene sentido que un cartón de Marlboro cueste en la Península 45 euros y en Canarias solo 18 euros", asumen fuentes de una multinacional.

"Ahora mismo, la fiscalidad del tabaco en España es la segunda más alta de la Unión Europea, pero Canarias tiene un régimen especial y soporta menos de la mitad de impuestos que la Península, por lo que no podemos descartar que haya una reacción que provoque un cambios en el statu quo". Otras voces son menos tajantes, ya que consideran que las islas soportan un régimen fiscal especial dada su condición de territorio ultraperiférico. "El tabaco es un acicate para el turismo de las islas, un artículo gancho, y lo normal es que la fiscalidad especial se mantenga".

En cuanto al problema del contrabando, el sector lo ve con preocupación, ya que actualmente un tercio de las cajetillas que entran ilegalmente en la Península proceden de Canarias. Proporción que podría ascender sustancialmente ante la guerra de precios que se ha acelerado en los últimos días. Un repunte que además tendrá un reflejo en la recaudación fiscal por impuestos sobre el tabaco que podría reducirse en unos 200 millones de euros.

Sustancial recorte al tabaco de Gibraltar

A partir del 1 de enero, quienes vivan o trabajen en la zona fronteriza con Gibraltar van a ver reducido el número de cigarrillos que pueden sacar del Peñón. Reducción que va desde 200 hasta los 80 cigarrillos por persona, es decir, de 10 cajetillas a solo cuatro. El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2013 recoge esta modificación en la normativa de represión del contrabando, estableciendo una cantidad que, a juicio del Ejecutivo, "cubre más que satisfactoriamente el posible consumo diario que pudieran tener".Esta medida se adopta "como consecuencia del incremento del abuso de derecho que se viene detectando en el uso de las franquicias aduaneras y las exenciones fiscales relativas a las labores de tabaco previstas en el régimen de viajeros por las personas que entran en el resto del territorio español procedentes de Gibraltar". Según el sector, el tabaco de contrabando incautado en Cádiz se ha incrementado un 30% en lo que va de año.

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