El Estado cubre la caída de cuotas para poder pagar las pensiones
Las aportaciones de los trabajadores solo crecen un 1,6% pese a la fuerte subida de las bases máximas.
La Seguridad Social ha entrado definitivamente en estrés financiero. Como este año, en 2013 precisa de un fuerte tirón de las transferencias del Estado para poder paliar la pérdida de cotizaciones y poder hacer frente al avance lento, pero continuado, del gasto en pensiones. Nada menos que en un 5% se incrementa el gasto de la Seguridad Social, con un avance del 4,3% en la nómina de pensiones contributivas (hasta los 106.350 millones de euros), y un 24,1% las pensiones no contributivas (hasta 2.475 millones), y con un ligerísimo avance, del 0,5%, de la partida de las prestaciones por incapacidad temporal (5.830 millones de euros). En total, las prestaciones a pagar son 121,697 millones de euros.
Para hacer frente a ese avance del gasto en el que será el sexto año de la crisis y del empleo, los gestores de la Seguridad Social cuentan básicamente con dos partidas capitales: las cotizaciones y las transferencias del Estado. Las aportaciones mediante cotizaciones de los trabajadores y los empresarios, que llegarán a los 97.605 millones de euros, con un avance ligerísimo del 1,6% como consecuencia de la pérdida prevista del empleo. Los cotizaciones aportadas por los desempleados ascenderán a 8.137 millones de euros, un 19,9% menos que este año, como consecuencia fundamentalmente de que la cobertura por desempleo, y con ella sus cotizaciones, descenderán notablemente pese a que el paro aumente. Las aportaciones de empresas y trabajadores crecen solo un 1,6% como consecuencia del citado ajuste del empleo, y recogen el incremento previsto en los salarios (proporción en la que se moverán también las bases de cotización medias), pese a que las bases máximas de cotización registrarán un incremento de cinco puntos por encima del IPC, tal como decidió el Gobierno ya en el mes de julio.
La otra gran partida de ingresos que facilita el pago de las pensiones es la aportación del Estado, que llegará en 2013 a los 15.553 millones de euros, nada menos que 6.662 millones más que este ejercicio. Absorberán una buena parte de estas transferencias las prestaciones mínimas que precisan de complementos a mínimos, con un incremento presupuestario de 4.089 millones de euros. Con esta aportación se liberan recursos de cuotas para financiar las pensiones, y se precipita ya a 2013 la finalización del tránsito a la financiación completa por parte del Estado de los complementos, que hasta ahora estaba haciendo en muy buena parte el excedente de cotizaciones contributivas.
Y este año el Estado ha tenido que hacer aportaciones extraordinarias para hacer frente al pago de las pensiones, con la inyección de 3.063 millones de euros procedentes del Fondo de Reserva, que se abre por vez primera desde que en 1997 comenzase a capitalizarse. Ahora tiene ya algo más de 69.000 millones de euros en sus arcas, invertido en deuda pública mayoritariamente emitida por el tesoro español.
Pero además de esa partida, la Seguridad Social ha hecho uso del excedente del fondo de reserva de las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, de algo más de 4.000 millones de euros. Esos dos detalles son los que mejor ilustran el estrés financiero en el que se encuentra la Seguridad Social.
Las pensiones suben un 1%
En el incremento nominal del 4,3% de la partida de pensiones contributivas se incluye la subida general de las cuantías de las pensiones de la Seguridad Social, que es de un 1%, la misma proporción que en enero de 2012. Como este año, estarán pendientes de ulteriores revisiones si hubiere desviaciones en la inflación generada en el ejercicio.
Este año, con la inflación como está ahora, en el 3,5%, y de mantenerse así al terminar noviembre, la Seguridad Social debería añadir a las cuantías de las pensiones, y abonarlo con carácter retroactivo, 2,5 puntos desde el primero de enero pasado, y consolidarlo en las prestaciones de 2013. Pero esa decisión, legalmente reconocida, bien pudiera malograrse este año. El Gobierno no acaba de aclarar si hará efectiva la revisión hasta conocer el desempeño presupuestario de la Seguridad Social a fin de año, aunque, como hemos relatado, no es bueno.
Si abonase la desviación tendría un coste de 2.500 millones de euros este año y otros tantos en las cuentas de 2013, puesto que se consolida la subida en todas las prestaciones. Por lo que se refiere a la dependencia, la Seguridad Social ha dotado recursos por valor de 2.126 millones de euros, de los que 1.034 millones de euros es una partida destinada a financiar obligaciones de ejercicios anteriores de cuotas de cuidadores no profesionales. Toda la prestación se financia con las transferencias aportadas por el Estado.
En cuanto a las prestaciones familiares, el gasto establecido en los presupuestos de 2013 será de 1.346 millones de euros, con un incremento de 35,9%; el gasto en prestaciones por maternidad, paternidad y lactancia natural llegará a 2.309 millones de euros, prácticamente la misma cantidad que este año.
Por segunda vez desde su creación en 1997, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social no recibirá aportaciones por excedente de cotizaciones, dado que no las genera el sistema de pensiones. Al contrario, tendrá que reducir su capitalización para hacer frente a las dificultades financieras del mismo. En todo caso, la salida de recursos será íntegramente financiada con las ganancias financieras de los recursos allí depositados, ya que los emisores de los bonos pagan puntualmente los cupones.