¿De dónde saldrá el dinero para subir las pensiones?
El Gobierno ha asegurado que las pensiones subirán lo que lo haga el coste de la vida, lo que supone que corregirá la desviación de la inflación de este año. Eso supone abonar dos puntos, unos 2.000 millones, que habrá que pagar de nuevo en 2013, puesto que la subida se consolida en la cuantía de cada pensión. La cuestión es, en un sistema que genera déficit de explotación, de dónde sacará el Gobierno el dinero.
La Tesorería de la Seguridad Social está gastando más dinero del que ingresa, y cerrará el ejercicio con un déficit que podría rondar los 6.000 millones de euros, según los cálculos de quienes conocen el funcionamiento interno de sus cuentas. A la caída de los ingresos por cotizaciones de más de un 4%, según los datos últimos conocidos, hay que sumar el avance de los gastos en pensiones, que rondan también ese mismo porcentaje. Por ello, la Seguridad Social, que ya cerró 2011 con un pequeño desajuste presupuestario, lo repetirá este ejercicio.
Si ya en junio tuvo que absorber el fondo de las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales para hacer frente al pago corriente de las pensiones, sobre todo para hacer frente a la paga extraordinaria de verano, en noviembre, cuando tenga que afrontar la extra de Navidad, deberá buscar recursos para cubrir su déficit de cotizaciones, que no necesariamente llegará al coste de dicha paga. Pero será al final de noviembre cuando se conozca también la desviación de la inflación de este año, que es la que determinará cuánto deberá abonar la Seguridad Social a cada `pensionista con carácter retroactivo desde el primero de enero pasado.
Los especialistas aseguran que la inflación cerrará el año en torno al 3%, y en tales niveles cerrará el avance generado en los precios desde noviembre de 2011 a noviembre de 2012, que es la referencia utilizada para hacer la compensación a los pensionistas. De ser así, y dado que Trabajo había subido las pensiones un 1% en 2012 estimando una inflación de un 1% (no contaba ni con el avance del petróleo ni con las subidas de impuestos que han lanzado el IPC), deberá abonar ahora dos puntos completos a los pensionistas. Cada punto supone mil millones de euros (la partida de pensiones es de unos 100.00 millones de euros), lo que tendrá un coste agregado inicial de unos 2.000 millones.
Esos dos mil millones deben desembolsarse durante el primer trimestre del siguiente año natural, 2013, tal como dice la propia legislación. Pero dado que el sistema de Seguridad Social no tiene dinero (tiene déficit) y carece de capacidad de endeudamiento propio (en el pasado llegó a recibir créditos del Banco de España), tiene un par de opciones: recibir una trasferencia del Estado, o echar mano de los recursos capitalizados en el Fondo de Reserva de la propia Seguridad Social.
Si opta por la primera opción, el Estado deberá emitir deuda para abonar la desviación de la inflación; y si opta por el fondo de reserva, deberá vender deuda, que es el instrumento en el que está nominado el fondo, o bien de España, o de Alemania, Holanda o Francia. En cualquiera de estos tres casos venderá sin pérdida, pero si vende títulos españoles bien podría tener que hacerlo en pérdidas, puesto que los bonos españoles no valen hoy el 100% de su nominal en el mercado secundario.
El Fondo de Reserva tiene un total de 65.000 millones de euros, y podría ser utilizado en estos casos. Ningún partido político se opondrá a tal uso de sus ahorros; otra cuestión es si es financieramente lo más correcto.
Pero la desviación, si se abona, tal como dice la ley y tal como el Gobierno admite que hará, consolida esos dos puntos en las cuantías de las pensiones para siempre. Por ello, esos 2.000 millones de euros hay que abonarlos también en 2013, pero periodificados en catorce pagas a lo largo de todo el ejercicio. Ese mismo tratamiento tendrá la subida de las pensiones que el Gobierno quiera hacer en 2013, independientemente de la desviación de este año. Si lo hace en un 1%, como en 2012, acumulará un coste adicional de otros mil millones de euros anuales para siempre.
Tal detalle no ha sido aún desvelado por el Gobierno. Pero si sabemos que en 2013 baja un punto las aportaciones de los empresarios en sus cotizaciones (unos 2.900 millones de euros), lo que dificulta más la posición presupuestaria de la Seguridad Social. æscaron;nicamente ha elevado las bases de cotización en cinco puntos por encima de la inflación en el caso de la cuantía máxima. La aportación real no es muy elevada, dado que sólo un 4% de los cotizantes están en la base máxima del sistema.