¿Devolver Nueva Rumasa a Ruiz-Mateos? Va a ser que no
Back in Business, la sociedad de Ángel de Cabo que anunció hace un año la adquisición del grupo Nueva Rumasa, advierte en un comunicado que la situación real del grupo de la abeja "era notablemente peor de lo transmitido por la parte vendedora en el proceso de due dilingence". Durante este mes José María Ruiz-Mateos ha asegurado que negocia recuperar Nueva Rumasa para pagar a los inversores en pagarés de la compañía.
La sociedad Back in Business, del empresario valenciano Ángel de Cabo, asegura en un comunicado enviado hoy que la situación real de Nueva Rumasa, que adquirió hace un año a la familia Ruiz-Mateos, era "notablemente peor de lo transmitido por la parte vendedora en el proceso de due dilingence, con grandes defectos de información". La firma de De Cabo dice que Dhul y Clesa, dos de las enseñas mejor valoradas a priori del grupo de los Ruiz-Mateos, "que supuestamente fueron vendidas a Back in Business, en realidad habían sido donadas previamente a una fundación extranjera".
Durante este mes José María Ruiz-Mateos ha asegurado en comunicados enviados a los medios que negocia con De Cabo recuperar sus empresas para pagar a los inversores que apostaron por los pagarés emitidos por Nueva Rumasa. Los mismos que han denunciado a la familia Ruiz-Mateos por estafa, entre otros delitos. En sus últimos comunicados el fundador de Rumasa aseguraba que tenía "un acuerdo verbal" para recuperar sus sociedades.
"El hipotético cambio de propiedad de estas sociedades", dice Back in Business en su comunicado, "en ningún caso aumentará las posibilidades de cobro, ya que la mayoría de las empresas del Grupo con actividad están en concurso de acreedores y en consecuencia se regulan por dicha Ley". También advierte que para que se pudiera hacer efectiva la solicitud "de resolución de la referida operación, el solicitante tendría que cumplir una serie de requisitos mercantiles e incluso judiciales, además de asumir los costes de dicha transacción".
La familia Ruiz-Mateos declaró en el primer trimestre de 2011 que el grupo Nueva Rumasa era insolvente y solicitó el concurso de acreedores para la mayoría de las empresas, que posteriormente en septiembre de ese mismo año vendió a De Cabo.
Bajo el paraguas de las empresas de Nueva Rumasa realizó al menos trece emisiones de pagarés y de otros títulos, que le permitieron captar 4.110 inversores por más de 337 millones de euros, y según la investigación policial, también se captaron cerca de 150 millones en dinero en efectivo o B que no pasó por Hacienda.
Ángel de Cabo se hizo con Nueva Rumasa de forma similar a la que empleó para adquirir el grupo Marsans, a mediados de 2010. Prácticamente al tiempo que el grupo de viajes se declaraba en concurso, De Cabo acordaba su compra con sus anteriores propietarios, Gerardo Díaz-Ferrán y Gonzalo Pascual.
Tras enumerar varios condicionantes que tendrían que ser tomados en cuenta a la hora de alcanzar un acuerdo con José María Ruiz-Mateos, y que realmente dificultan que se llegue a ellos, Back in Business termina diciendo que analizará "la petición recibida por parte de la familia y obrará en consecuencia en función de la defensa prioritaria de los intereses de los trabajadores del Grupo y de los acreedores".