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EADS descartó una opa sobre BAE

La apuesta más arriesgada de un directivo singular

Enders comenzó a fraguar la fusión de EADS y BAE a principios de año.

La apuesta más arriesgada de un directivo singular
La apuesta más arriesgada de un directivo singular

Tom Enders, el nuevo consejero delegado de EADS, tiene fama de ser tozudo, directo y batallador. No le importa tomar decisiones arriesgadas ni resultar brusco si es preciso. Hijo de un pastor de la región alemana de Westerwald, su carácter duro y su capacidad de liderazgo se terminaron de forjar en el Ejército germano, donde se curtió como paracaidista.

Con estos mimbres, Enders ha sido capaz de lanzar una operación como la fusión de EADS y BAE, que puede dar lugar al líder mundial del sector de aeronáutica y defensa, un gigante de 100.000 millones de dólares de facturación (77.055 millones de euros), tras sufrir un duro revés empresarial.

Y es que el proyecto de fusión de los dos grupos comenzó a cocinarse a finales de enero, cuando el consorcio Eurofighter (en el que participan tanto EADS como BAE) perdió un macrocontrato de 7.885 millones para vender 125 cazas a la India.

Este revés provocó que Enders y su colega de BAE, Ian King, comenzaran a hacer un análisis conjunto de la situación de restricción presupuestaria en defensa que vive Europa y de las vías para superarla. Las posibles fórmulas de cooperación dieron paso a hablar, abiertamente, de una integración de las dos empresas.

Incluso, EADS barajó la posibilidad de lanzar una opa por el grupo británico. No en vano, el consorcio aeroespacial dispone de una caja que supera los 9.700 millones. Sin embargo, esta alternativa se aparcó al entender que tenía pocas posibilidades de prosperar: Reino Unido mantiene una acción de oro en BAE que le permitiría bloquear la operación, algo probable ya que no vería con buenos ojos que la compañía quedara, finalmente, bajo el control de los Gobiernos de Alemania y Francia, según han desvelado dos fuentes conocedoras de las discusiones internas en EADS citadas por Bloomberg, bajo condición de anonimato.

Estas mismas personas han explicado que, una vez abierta la posibilidad de una fusión pactada, Enders y King se pusieron a trabajar con algunos de sus directivos de confianza y con equipo de asesores para tratar de cerrar un esquema de integración. Un trabajo que ha llevado cinco meses, al que se ha dado un impulso definitivo en julio y agosto y que las empresas están rematando, después de que la operación saliera a la luz hace dos semanas.

Operación calculada

El anuncio de una posible fusión ha sorprendido a los mercados pero no tanto a los Gobiernos con intereses en ambas compañías, que estaban al tanto de los movimientos desde hace algún mes.

Los países fueron informados a mediados de julio y, desde entonces, los responsables políticos analizan la propuesta de las empresas y las implicaciones sobre sus intereses estratégicos y de seguridad nacional. En Alemania, el asunto lo trata una comisión interministerial coordinada por Lars-Hendrik Roeller, responsable de política económica y financiera de la cancillería. En Francia, las negociaciones las encabeza el ministro de Economía, Pierre Moscovici.

Este fin de semana, el asunto ha sido tratado por los máximos mandatarios de los dos países, la alemana Angela Merkel y el francés François Hollande, en el encuentro bilateral que han mantenido.

Enders y King necesitan el respaldo de los países y, en el caso del Ejecutivo alemán, tienen un objetivo claro: el nuevo grupo deberá tener una gestión normalizada, sin influencias políticas provenientes de los Gobiernos socios. Esto supone acabar con el pacto de accionistas que Alemania, Francia y España firmaron en la creación de EADS. Y si los países no se pliegan, no habrá operación. Palabra de Tom Enders.

Protagonistas de la operación

EADS. El gigante aeroespacial europeo busca dar un salto cualitativo con la integración con el grupo británico, potenciando su rama de defensa (la más vapuleada por la crisis dentro del grupo) y ganando peso de forma significativa en Estados Unidos, donde solo genera el 3% de sus ingresos excluida la actividad de Airbus.Tom Enders. El nuevo consejero delegado de EADS ya advirtió, al poco de tomar las riendas de la compañía, que su intención era impulsar cambios en la "estrategia, estructura y organización" del grupo. A su apuesta por ganar peso en defensa y en el mercado de EE UU se añade otro de sus objetivos: acabar con las interferencias políticas de Alemania y Francia.BAE Systems. El grupo británico necesita un socio que le permita diversificar su actividad, centrada básicamente en el negocio de la defensa, en un momento de duros recortes presupuestarios por parte de los principales países clientes. Una fusión también le permitiría ampliar su huella geográfica hacia la pujante zona de Asia-Pacífico.

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