La liquidez de los bancos centrales crea seguridad
La Bolsa se inclina por la senda alcista
Cuando uno viaja por ahí, qué gusto da ir con una de esas guías que le aconsejan lo que hay que ver, dónde comer o dónde poder descansar. Es un complemento imprescindible para el viajero y por ello no debe extrañarnos que viajeros muy antiguos ya las usaran. ¿Se imaginan a un viajero del siglo XIX con una guía parecida a la Michelin?, pues supongo que sí, pero ¿se imaginan a un viajero... de la época de los romanos? Pues sí, ya en aquella época existía algo parecido aunque no de uso común. Se trata de la Tabula Peutingeriana, un mapa de carreteras del Imperio Romano del siglo IV.
Además de los accidentes geográficos y las principales vías para desplazarse de un punto a otro del Imperio, la Tabula Peutingeriana incluye información práctica sobre los lugares más confortables para pasar la noche o tomar un baño. Como una Guía Michelin.
En Bolsa también tenemos nuestra Tabula Peutingeriana, para saber por dónde vamos, o dónde descansar... son los gráficos. Y pocas veces hablan tan claro como ahora, como podemos ver en el que acompaña a este artículo del futuro del S&P 500. El canal alcista es clarísimo. Se ha reforzado tras la ruptura de la gran resistencia de 1.420 que aguantó durante varios meses, y esta especie de Guía Michelin del mercado lo que nos dice es que mientras no se pierda la directriz y la antigua resistencia, ahora soporte, la tendencia es alcista y no hay que ponerse contra ella. Desde luego hay sobrecompra, por eso podemos apreciar en el mismo gráfico, y en el resto de índices mundiales importantes ha pasado lo mismo, incluido el Ibex, un movimiento lateral desde hace unos días de consolidación.
La base de todo esto es que el muro de liquidez de los bancos centrales ha formado una red de seguridad. Además se ha formado un círculo vicioso curioso.
La Bolsa tiene una correlación total con la deuda periférica europea. La deuda está plana porque nadie la ataca, ante el temor de la intervención del BCE que tiene misiles nucleares. Pero como nadie ataca, el BCE no dispara los misiles que siguen en los silos. Es una especie de guerra fría en versión bursátil. La aversión al riesgo con todo esto ha bajado de manera notable, y la volatilidad del Euro Stoxx se mueve en zona de mínimos de muchos meses habiendo bajando de 40 a menos de 20 desde el mes de junio.
La semana que viene suele ser estacionalmente algo floja tras el paso del vencimiento de derivados. Además y ya mirando más al medio plazo, un nubarrón. Durante la semana han sido muchas las grandes compañías mundiales bajando previsiones. En EE UU, el ratio de las que bajan previsiones sobre las que lo suben es de casi cuatro a uno, no se había visto algo así desde 2001. La Bolsa centrada solo en todos los temas de la deuda y la liquidez de los bancos centrales no descuenta, algo que puede aparezca en 2013, una recesión de beneficios empresariales.