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El país que lidera Mario Monti debe refinanciar cerca de 150.000 de aquí a final de año

Italia afronta en 100 días los mismos vencimientos que España en todo 2012

Italia afronta un final de año de infarto: tiene que refinanciar 147.800 millones en tres meses y medio. España comenzó 2012 con unos vencimientos de 152.000 millones y aún le quedan más de 80.000.

El fondo de rescate asume el control de la prima de riesgo
El fondo de rescate asume el control de la prima de riesgoBLOOMBERG

El pasado miércoles fue el turno de Italia. Ese día el país del primer ministro Mario Monti acudía al mercado en búsqueda de financiación y la subasta resultó ser todo un éxito. Consiguió colocar el máximo previsto acompañado de una considerable caída en los tipos de interés. La cifra total de emisión fueron 12.000 millones de euros, muy por encima de las cifras españolas. En los meses de verano, el objetivo de colocación del Tesoro Público español ha oscilado entre los 2.000 y los 3.000 millones, debido a las fuertes presiones recibidas por un mercado en el que la prima de riesgo no paraba de pulverizar nuevos máximos.

Pero aunque la colocación italiana parece desorbitada, la verdad es que la realidad del país transalpino es bastante cruda. En los menos de tres meses y medio que quedan para cerrar 2012 Italia tiene por delante un duro calendario de vencimientos de deuda. Según recoge Bloomberg, estos alcanzan la cifra de 147.800 millones de euros o, lo que es lo mismo, la tercera mayor economía de la eurozona necesitará más de 1.400 millones diarios de aquí a fin de año para hacer frente a su deuda. Eso sí, a comienzos de año su factura ascendía a cerca de 300.000 millones de euros.

España comenzó 2012 con unos objetivos de 151.657 millones y ahora le quedan más de 80.000 millones. Y es que a los vencimientos iniciales han de añadirse las nuevas exigencias de financiación del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y el mayor déficit previsto para la Administración central, que puede situarse en el 4,5% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 3,5% previsto en un principio.

Estos datos ponen en evidencia lo que para muchos analistas resulta inevitable, que Italia, al igual que España, está abocada a pedir el rescate. El reconocimiento de la necesidad de ayuda europea abriría las puertas a que el BCE se lanzara a la compra de bonos en el mercado secundario. La acción se complementaría con la adquisición por parte del MEDE de deuda en el primario.

Sin embargo, las autoridades italianas continúan negando la mayor. Según el ministro de Economía, Vittorio Gil, no está previsto el recurso del rescate como vía para que el BCE alivie la presión que existe en la renta fija. Por su parte, Mario Monti se muestra más cauteloso y se limita a decir que la petición de ayuda en estos momentos sería prematura. La razón de esta afirmación se hallaría en las reticencias que existen acerca de las nuevas condiciones que podría imponer el regulador europeo.

Italia, al igual que el resto de las economías del sur de Europa, se ha visto obligada en los últimos tiempos a adoptar fuertes medidas de ajuste para cumplir con los objetivos de estabilidad europea. Los últimos recortes han tenido lugar este verano. En concreto, el pasado mes de julio el primer ministro anunció ajustes en Sanidad, Educación y Administración Pública por valor de 26.000 millones de euros.

Con este escenario de austeridad como telón de fondo, los últimos datos que arroja la economía italiana no invitan al optimismo. Según el Instituto Nacional de Estadística (ISTAT) en el segundo trimestre de 2012 su PIB retrocedió un 0,8%, una décima más de lo anunciado en un primer momento. Comparado con el mismo periodo del año anterior la caída llega al 2,6%. Está previsto que la economía del país ceda un 2,1% en el año.

Pero las malas noticias no solo se ciernen solo sobre el crecimiento sino que llegan a la deuda. Según Eurostat, en el primer trimestre del año la deuda italiana aumentó hasta el 123% del PIB frente al 120% de finales de 2011. En el caso español las alzas también han sido la tónica dominante. En los seis primeros meses del año su deuda subió hasta el 76% del PIB frente al 68,5% con que concluyó 2011. Los incrementos derivados de los altos costes de financiación tendrán su reflejo en los próximos datos que se difundan.

Según advirtió el BCE, en el hipotético caso de que España no cumpla con las medidas de ajuste encaminadas a situar el déficit en el 3% la deuda sería igual al PIB del país.España, al igual que Italia, se encuentra entre la espada y la pared. El auxilio bancario al que tanto se oponía el Ejecutivo ha terminado produciéndose y es cuestión de tiempo que llegue el rescate total, según la mayoría de los analistas. Pese a las reticencias del Gobierno, lo cierto es que el presidente Mariano Rajoy en una entrevista concedida a dos diarios finlandeses señaló que, "probablemente", al final España tenga que pedir ayuda.

El calendario de vencimientos español también presenta serias complicaciones y llevarían al Tesoro a incrementar sus objetivos de colocación en un 50% o a recurrir a las ya empleadas subastas sorpresa. En lo que queda de año, España tendrá que hacer frente a más de 30.000 millones de vencimientos de deuda. A ello hay que sumarle la cifra necesaria para cubrir la desviación del déficit, el pago a proveedores así como la contribución al fondo de rescate permanente de la UE y al Fondo de Liquidez Autonómico.

Además todo esto se produce en un momento en que los excedentes de liquidez están en mínimos de agosto de 2010 después del último brote de deuda que llevó a la prima de riesgo a tocar los 650 puntos en agosto. A día de hoy el riesgo país español e italiano se toman un respiro después de las últimas iniciativas anunciadas por Mario Draghi el 6 de septiembre. No obstante, hasta el momento son solo declaraciones, ahora es el turno de los gobiernos.

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