La accesibilidad universal, un potencial para la RSC

La accesibilidad universal carece en España de una visión más global y, aunque ha avanzado en el plano teórico, aún queda mucho camino por recorrer en la puesta en práctica. Así considera que se encuentra este asunto en nuestro país Javier Méndez, director del gabinete técnico del Colegio de Aparejadores de Madrid.

En su opinión, se sigue entendiendo como una solución para personas mayores o discapacitados. "Sin embargo, cualquiera que sufra un esguince, empuje un carrito de bebé o un carro de la compra demanda medidas de accesibilidad en cualquier momento de su vida". Y confiesa que la teoría ha ido por delante de la práctica. "Se ha legislado mucho y se ha prometido más, pero todavía no hemos traducido esa preocupación del papel a la realidad. Hay que ser más pragmáticos".

Méndez resalta que es difícil definir en qué punto está España a nivel global, porque cada comunidad autónoma está aplicando sus propias políticas de accesibilidad y tampoco hay grandes estudios comparativos a nivel europeo. "Sí es cierto que a raíz del envejecimiento de la población mundial se están tomando medidas a todos los niveles. En 2008 se adoptó la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, lo que se traduce en nuevos retos para todos los países".

En lo que respecta a la Comunidad de Madrid, añade que se ha creado el Consejo para la Promoción de la Accesibilidad y la Supresión de Barreras como un órgano de participación externa y consulta adscrito a la consejería competente para la coordinación de actuaciones.

Aunque resalta el valor de la normativa, expone que el Colegio de Aparejadores de Madrid atiende a diario consultas de colegiados o profesionales que tienen problemas para interpretar diferentes normativas que entran en conflicto. "Los profesionales asumimos nuestro papel clave como intérpretes de las leyes, pero estas tienen que aportar soluciones. No basta con hacer una norma, después hay que aplicarla, contrastarla, adaptarla y mejorarla". A su juicio, en España existe una normativa demasiado dispersa que presenta diferentes planteamientos en cada territorio. "Unificar dicha normativa es fundamental". Así, pide una hoja de ruta consensuada y más concreta que contribuya a aplicar soluciones y a agilizar los procesos de implantación de medidas de accesibilidad.

Méndez considera que la accesibilidad universal puede ser fuente de negocio. "Si en España hay unos 4 millones de personas con algún tipo de discapacidad, podemos decir que en nuestro país existen al menos 8 millones de personas que requieren y demandan espacios adaptados y medidas de accesibilidad, incluyendo el entorno familiar". Esto implica que se esté ante un rango de usuarios muy amplio, con unas necesidades comunes y relativamente fáciles de identificar, lo que revela en la accesibilidad "un nicho de mercado con un enorme potencial de negocio", añade.

En este sentido, va más allá y cree que abrir servicios hacia personas con discapacidad contribuiría a reactivar el sector de la construcción, aportaría ventajas competitivas para captar un nuevo mercado y podría ayudar a reactivar el consumo. "En 2011, el 26% de la actividad constructiva en nuestro país se dedicó a rehabilitación y reformas orientadas a mejorar la accesibilidad y la eficiencia energética. Un porcentaje que asciende al 35% en la Comunidad de Madrid".

Un boom inmobiliario, pero con viviendas accesibles

El boom inmobiliario experimentado en España antes de la crisis no ha despreciado el concepto de la accesibilidad universal en las edificaciones. Según Méndez, se ha construido mucho, "pero eso no quiere decir que se haya edificado mal en términos de accesibilidad". En su opinión, los edificios construidos en los últimos 10 años han tenido muy en cuenta conceptos de accesibilidad, aunque sin un criterio unificador a lo largo de las diversas comunidades autónomas. Sin embargo, "en las promociones en parcelas y urbanizaciones de pendiente moderada-alta, los técnicos nos hemos encontrado con dificultades importantes", apostilla.