Guindos regresa de Nicosia con otro listado de deberes
La reunión de ministros de Economía de la UE celebrada en Nicosia (Chipre) ha concluido hoy con otra vuelta de tuerca en el control de Bruselas sobre España. El Gobierno español se ha comprometido en la capital chipriota a concretar antes de final de mes los plazos para llevar a cabo las reformas anunciadas hasta ahora, un calendario que no se exige al resto de socios comunitarios.
Además, el ministro español de Economía, Luis de Guindos, regresa de la isla más oriental de Europa con la obligación de cumplir a rajatabla el objetivo de déficit para este año (6,3%), adoptando nuevas medidas de ajuste si fuera necesario. Una promesa que podría requerir, como mínimo, nuevos recortes si el Gobierno descarta, como hizo su presidente Mariano Rajoy, revisar al alza el IVA y el IRPF.
De Guindos, que en la segunda y última jornada de la reunión en Nicosia presentaba un aspecto francamente mejorado tras su indisposición del viernes, ha preferido hacer una lectura positiva y europeísta de la nueva agenda de que le espera a la población española, y ha advertido que "son sacrificios absolutamente ineludibles".
"Estamos poniendo las bases de la recuperación económica", ha asegurado De Guindos en rueda de prensa y en respuesta a la maniefestación contra los recortes celebrada hoy en Madrid. Y ha añadido que "no se trata de una imposición de nadie", sino que es "nuestra aportación a ala estabiliad de la zona euro".
¿Más recortes?
El ministro precisó que la nueva andanada reformista afectará, entre otras cosas, a la apertura del sector servicios, facilidades a las exportación y revisión del sistema de desempleo "para eliminar cualquier posibilidad de fraude". El plan, que el Consejo de Ministros espera aprobar el próximo 27 de septiembre, no incluirá medidas presupuestarias, ni para aumentar ingresos ni para recortar gasto.
Pero esa neutralidad fiscal podría romperse en los próximos meses si los objetivos de déficit resultan inalcanzables. De Guindos confía en que los ajustes aprobados en julio (con una subida del IVA incluida) evitarán esa desviación porque el efecto recaudador empezará a notarse en la mayoría de los casos a partir del 1 de septiembre.
Fuentes oficiales también recuerdan que octubre es tradicionalmente un mes de importante recaudación, aunque reconocen que tamibén coincide con importantes vencimientos de deuda. En todo caso, España se ha comprometido en el Eurogrupo de Nicosia a respetar el calendario de ajustes pactado. Y a cerrar, pase lo que pase, 2012 con unos números rojos equivalentes al 6,5% del PIB (con un PIB en caída, lo que incrementa el esfuerzo). La posibilidad de ajustes adicionales, por tanto, sigue sobre la mesa.