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Columna
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Deutsche Bank lanza el guante

Los consejeros delegados del Deutsche Bank, Anshu Jain y Jürgen Fitschen, tenían en su cita de ayer la oportunidad de demostrar que bajo su supervisión que será una entidad muy diferente al modelo de gran banco de inversión de su predecesor, Josef Ackermann. Y, de largo, lo hicieron.

Anshu Jain y Jürgen Fitschen tenían dos aspectos clave. El primero era ajustarse al 10% de ratio core Tier 1 para 2015. En julio, Deutsche no dio una fecha límite para concretar cuándo lo alcanzarían. A pesar de que le llevará más tiempo que a otros, los inversores estarán aliviados por ver algo con sentido.

El segundo aspecto llevaba a Deutsche Bank al tema de las retribuciones. El banco no llegó a un acuerdo para pagar bonus solo si superaban los costes de capital. Pero Jain dijo que podría no justificar los pagos a los niveles vistos en el pasado con los retornos actuales. Es una gran afirmación pública. Mientras, los 150 ejecutivos principales recibirán ahora solo sus bonus diferidos tras cinco años, en lugar de en plazos escalonados durante tres años. Y una junta independiente vetará futuros pagos, incluyendo el del año 2012.

Los accionistas sufren mucho a corto plazo. No repartir el dividendo ayudará a Jain y Fitschen a llegar a su objetivo de capital. Pero el beneficio dependerá de lo bien que puedan distribuir el programa de 4.500 millones de euros de recortes de gasto para 2015. Si la economía de la eurozona flaquea, o los reguladores europeos deciden implementar el modelo británico de separación de banca de inversión y minorista, todo será más duro.

Pero Jain y Fitschen han pensado a tiempo. Los compromisos del BCE de comprar bonos de los países en apuros han hecho que la separación de la eurozona sea menos probable. Y centrarse en parar las retribuciones ha sido más fácil por el hecho de que los traders descontentos tienen menos sitios a los que irse.

Por George Hay

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