Glencore y Xstrata, la eterna fusión
Mensaje para Ivan Glasenberg: esta no es la manera de hacer una fusión. El responsable de Glencore ha lanzado una oferta de última hora para salvar la propuesta de fusión entre su compañía y la minera Xstrata, buscando más tiempo para discutir los términos. La torpeza del movimiento da la impresión de que Glasenberg no puede reprimir sus instintos comerciales cuando necesita jugar a consejero delegado.
Durante al menos dos horas del pasado viernes, las acciones de ambas empresas giraban mientras los inversores se preguntaban si Glasenberg revisaría realmente los términos de la oferta de Glencore, que los accionistas de Xstrata se preparaban para tumbar. Glencore primero retrasó el voto de sus accionistas sobre la propuesta, y después Xstrata demoró su reunión unos minutos. Luego esta anunció la nueva propuesta de Glencore. No había más detalles, ninguna recomendación de Xstrata y ni una palabra sobre qué piensa Qatar Holding, el mayor opositor. Esta situación podría esperarse en una opa hostil. Pero este era un acuerdo, y Glencore ha tenido meses desde el primer anuncio de los cataríes sobre su oposición al primer acuerdo.
Xstrata dice que el gigante suizo de materias primas propone pagar 3,05 acciones suyas por cada una de Xstrata que no posee, una prima del 17% sobre el acuerdo del 1 de febrero. Una ratio de intercambio superior a tres siempre fue vista como el número mágico para cerrar el acuerdo. En Breakingviews creemos que sería destructivo para Glencore.
Pero hay nuevos obstáculos por superar. Xstrata dice que la nueva propuesta prevé que Glasenberg, y no su consejero delegado, lidere el grupo resultante. No se sabe qué pasaría con Mick Davis, que tiene más experiencia en minería y que era tan crítico con el éxito de la combinación que necesitó un paquete de retención de 45 millones de dólares.
Todo lleva a una preocupación mayor. En la mayoría de las fusiones, las empresas son capaces de trabajar juntas para superar los obstáculos. Parece evidente que este no es el caso. Esto solo refuerza la preocupación por un choque de culturas entre los mineros de Xstrata y los comerciantes de Glencore.