Grecia deberá continuar con los sacrificios para permanecer en la eurozona
El futuro de Grecia está dentro del euro, pero su permanencia está condicionada, principalmente, a que respete los compromisos adquiridos por el Gobierno ante sus socios europeos para aprobar el nuevo plan de ahorro para los próximos dos años.
Este fue el mensaje de apoyo condicionado que entregó hoy el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al primer ministro griego, el conservador Andonis Samarás.
"Estoy convencido de que el futuro de Grecia está en la eurozona. Estoy convencido de que, en tanto que Grecia respete sus compromisos, los socios europeos continuarán apoyando que Grecia permanezca en la eurozona", afirmó el mandatario europeo en declaraciones a la prensa tras la reunión con Samarás.
Van Rompuy expresó su convicción de que el Gobierno griego "llevará a cabo su programa" de medidas de ahorro valorado en 11.600 millones de euros que le exige la UE a cambio de un nuevo tramo de ayuda financiera.
Samarás, por su parte, pidió a Van Rompuy que el nuevo préstamo, de 31.000 millones de euros, parte del segundo rescate a Grecia, sea entregado a Atenas "lo antes posible para tener la liquidez necesaria para que se reanude el crecimiento".
Grecia necesita esos fondos para pagar los vencimientos de deuda de los próximos meses y para ejecutar la recapitalización de los bancos, que ya se ha demorado más de lo previsto.
Pero ese pago no se da por descontado y su aprobación depende del informe que hagan los jefes de misión de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, que llegaron hoy a Atenas para examinar el nuevo plan de austeridad.
El domingo, los jefes de la llamada troika se reunirán a media tarde con el ministro de Finanzas heleno, Yannis Sturnaras, y al mediodía del lunes con el primer ministro.
A pesar de la urgencia, el plan de medidas de ahorro no está ni mucho menos cerrado, aunque, tras varias polémicas dilaciones, el conservador Samarás anunció hoy que el domingo se reunirá con sus socios de Gobierno -el socialdemócrata Evangelos Venizelos y el centroizquierdista Fotis Kuvelis- para tratar de consensuarlo.
Los nuevos recortes, que ya han generado importantes protestas entre los empleados públicos y los sindicatos, no contentan a todos en los partidos del Gobierno.
Cuatro altos cargos del partido socialdemócrata PASOK enviaron hoy una carta al Ministerio de Finanzas en la que piden que no se reduzcan las pensiones y los salarios públicos más bajos.
Por su parte, el partido centroizquierdista ha entregado a Samarás una propuesta de medidas de alternativa que aplicaría las tijeras a los gastos de Defensa y Sanidad, en lugar de a las pensiones.
Por el momento, Samarás ha comunicado a Van Rompuy que ha ordenado que se acelere el proceso de privatizaciones iniciado para obtener ingresos que reduzcan el déficit público.
Por otro lado, el Instituto de Estadística de Grecia hizo hoy público que el Producto Interior Bruto se contrajo un 6,3% en el segundo trimestre del año, manteniendo la recesión que ya se prolonga por cinco años.
El jueves, el Centro de Planificación e Investigaciones Económicas, KEPE, dependiente del Gobierno, avisó de que si los nuevos recortes se aplican en el plazo de dos años, algo exigido por Bruselas a pesar de las demandas griegas de mayor tiempo, la recesión continuará también durante 2013 y 2014.
La oposición, liderada por la izquierda radical de Syriza, ya ha manifestado su rechazo al nuevo plan de austeridad y su líder, Alexis Tsipras, criticó hoy a Sturnaras por afirmar que la situación griega no se puede comparar con la crisis argentina de 2001.
"Ojalá fuéramos Argentina. Ellos pasaron un mal momento pero lograron permanecer en pie con dignidad. En cambio, ustedes nos están llevando a una situación peor, a una situación de permanecer subyugados", denunció Tsipras en el Parlamento.