Las constructoras cotizadas se comen el pastel de la conservación
Las seis mayores constructoras del país coparon el año pasado el 43% del negocio de la conservación de infraestructuras, el único que parece garantizado en tiempos de crisis. Las principales empresas especializadas facturaron 860 millones por esa actividad, de los que 376 millones se reparten entre las seis grandes. ACS es la referencia, con 119 millones, seguida por Ferrovial con 102 millones de facturación.
El negocio de la conservación de infraestructuras, como sucede en la obra civil, es cosa de grandes empresas. Solo las seis mayores constructoras del país, ACS, Ferrovial, FCC, Acciona, OHL y Sacyr, copan el 43% de la facturación que declaran las 35 empresas de conservación asociadas a la patronal Acex. La cifra global de negocio durante el pasado ejercicio, según datos publicados por el colectivo, roza los 860 millones. Las compañías cotizadas, a través de sus filiales de conservación, han ingresado 376 millones del citado pastel (un 43%).
La del cuidado y mejora de carreteras, aeropuertos o ferrocarril es una de las actividades que prometen sobrevivir, aunque sea a duras penas, a la actual crisis. Para ello, basta haber escuchado a los ministros de Fomento de la anterior y actual legislatura. Parece que en carreteras está casi todo construido, pero preocupa que las dificultades económicas puedan degradar su calidad.
ACS tiene en este segmento de negocio un terreno más en el que defiende el liderazgo. Las ventas por conservación a lo largo de 2011 alcanzaron los 119 millones a través de la filial Dragados y, especialmente, de Imesapi. Ambas compañías suman una fuerza laboral de cerca de 1.200 empleados.
Grupos especializados como Elsamex o Alvac pugnan con las grandes
Ferrovial, que presta este tipo de servicios a través de Ferroser, es el otro gigante español de la conservación: 940 trabajadores y 102 millones de facturación en el ejercicio 2011.
El podio lo completa FCC, propietaria de Matinsa, con una actividad de 74,5 millones el año pasado y una fuerza laboral de 855 personas.
Sacyr debe a la conservación unas ventas de 39 millones, cosechadas por Valoriza Infraestructuras; Acciona factura 27 millones, y la cifra de negocio de OHL, obtenida por su filial Elsan, suma 17 millones.
La Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (Acex) tiene un total de 35 asociadas, con las más notables referencias del sector. Ante el desplome de la edificación, estas han visto infiltrarse últimamente en este campo constructoras y firmas de servicios de componente muy local.
Otro fenómeno es el del premio a la especialización. Imesapi, Ferroser, Matinsa, Valoriza o Elsan, encuentran fuertes rivales en la madrileña Elsamex o la segoviana Alvac.
Fundada en 1977, Elsamex presume de ser la primera firma concesionaria de la conservación de una carretera: la autovía de Andalucía a su paso por la localidad madrileña de Aranjuez. Su nómina en conservación es de 425 personas para una facturación de 65 millones.
Alvac nació en 1985, destaca de si misma su calidad de "empresa independiente", y se centra en la reparación y mantenimiento de obras públicas, tras lo que ha diversificado hacia la construcción y los servicios. Sus ventas fueron de 45 millones y su equipo está formado por 450 personas.
Con gran componente regional, debido a la titularidad de las comunidades autónomas de buena parte de la red española de carreteras, también encuentran su hueco en la actividad de la conservación grupos de la clase media de la construcción como Pasaval, Copasa, Extraco, Copcisa, Collosa y Azvi, entre otras.
Un trabajo de especialistas
El presupuesto de Fomento para carreteras dedica 873 millones a la conservación, de un total de 3.160 millones.La conservación de carreteras abarca desde el acondicionamiento del firme hasta la retirada de nieve, limpieza de cunetas o el cuidado de alumbrado y señalización.Cada tramo a mantener suele ser de 100 kilómetros, con presupuesto de dos millones anuales.
El caballo de batalla es el déficit de inversión
A lo largo de estos años de dificultades económicas se ha ido acrecentado el déficit en conservación de infraestructuras en España. Desde la patronal Acex se calcula que desde el ejercicio 2005 se han dejado de invertir unos 8.000 millones de euros solamente en el cuidado de las carreteras. Un cálculo que resulta de la aplicación de las recomendaciones que en esta materia realiza el Banco Mundial: cada país debe destinar a la conservación de sus carreteras el 2% anual del valor patrimonial de la red.Esa tasación supera en España los 80.000 millones de euros en lo que se refiere a la red estatal, y se da un valor de unos 115.000 millones de euros a la que depende de comunidades autónomas y diputaciones. Tomando esas cifras como referencia, los presupuestos dedicados a conservación apenas alcanzan el 1,3%.La propia Acex maneja información que habla de otros déficits preocupantes en conservación de infraestructuras: más de 4.000 millones de euros en la red ferroviaria; 2.500 millones en aeropuertos; 3.000 millones en puertos, y el retraso de inversión en infraestructura hidráulica supera los 2.000 millones solo en lo que toca a las presas. El asunto preocupa al Gobierno, pero choca con las restricciones presupuestarias.