El Consejo de Ministros aprueba su tercera reforma financiera
El 'banco malo' dejará impolutos los balances de las entidades financieras. A él irán a parar todas las inversiones fallidas del ladrillo. Los bancos con ayudas públicas están obligados a deshacerse de esos activos tóxicos asumiendo pérdidas. El precio de venta lo determinará el Banco de España. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, decia que "lo básico y fundamental es que no cueste al contribuyente". El nuevo decreto financiero también mete mano en los productos financieros complejos. Quienes tengan preferentes tendrán que asumir pérdidas. Podrán canjearlas por otros productos como acciones o bonos o venderlas a precio de mercado más un 10 por ciento. Lo que en la práctica significa que no recuperarán toda su inversión. El Gobierno endurece además los criterios para comercializar estos productos. El ministro de Economía y Competitividad, Luis De Guindos, explicaba que "lo que hacen es proteger al inversor, proteger al pequeño ahorrador y establecer no solamente la luz y taquígrafos sino todo tipo de cautelas".
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Nuria Salobral / Eduardo G. Ercoreca