Tensión en el seno de Instalaza por el reparto de beneficios
Diferencias en el seno de Instalaza por el reparto de beneficios. El vicepresidente del fabricante de armas y un socio defienden el pago de dividendos frente al resto de responsables de la empresa.
La recuperación económica de Instalaza en 2011 no ha servido para evitar el conflicto en el seno del consejo de administración de la empresa zaragozana, especializada en la fabricación de armamento.
Según la información remitida al Registro Mercantil, todos los integrantes del consejo de administración de la compañía dieron su visto bueno al balance anual pero el vicepresidente, Esteban Vera, puso reparos a un punto: "No conforme con la aplicación de resultados", aparece escrito junto a su firma, en la página en la que se ratifican las cuentas de Instalaza.
Este diario trató de contactar ayer con la empresa para recabar su versión sin éxito.
Petición a los accionistas
En el acta de la junta de accionistas de la compañía, celebrada el pasado 1 de junio, queda reflejado el motivo de la discrepancia. El vicepresidente de la empresa solicitó, junto a otro accionista (Antonio Gros Bañeres), que se destinará a dividendos un 30% del beneficio neto logrado en 2011.
Los resultados logrados por Instalaza el año pasado son, de lejos, los mejores de los últimos ejercicios. La empresa logró un beneficio neto de 1,68 millones de euros frente a los 634.485 euros de 2010. La propuesta de Esteban Vera y del otro socio de Instalaza implicaba, pues, el pago de dividendos por valor de unos 560.000 euros.
La petición del vicepresidente fue rechazada de forma mayoritaria, con 1,22 millones de votos en contra frente a solo 186.522 a favor.
Los accionistas, por contra, dieron luz verde a la aplicación del resultado propuesta por el consejo de administración, y que presentó el presidente de la compañía, Leoncio Muñoz, que supone destinar 792.195 euros a compensar pérdidas de ejercicios anteriores y el resto, a reservas voluntarias.
Más ventas sin las bombas de racimo
La evolución de los resultados de Instalaza ha sido sorprendentemente positiva, pese al impacto que tuvo sobre sus cuentas la decisión del Gobierno de Rodríguez Zapatero de prohibir la fabricación y venta de bombas de racimo a mediados de 2008.Esta medida llevó a la empresa a entrar en pérdidas en 2009, con unos números rojos de 127.499 euros y unas ventas de 6,06 millones.Sin embargo, en 2011 ya registraba un beneficio de 1,68 millones de euros y su facturación era de 12,4 millones, más incluso que antes de la prohibición. El principal impulso han sido las ventas en España: pese al ajuste presupuestario en Defensa, el negocio nacional de la sociedad se ha casi duplicado desde 2009.Las bombas de racimo de Instalaza fueron usadas por fuerzas leales al dictador libio Muamar Gadafi en el asedio a Misrata. La empresa vendió a Libia 1.055 MAT-120 en agosto de 2006 y a finales de 2007. La operación fue legal pero levantó una polémica que ha salpicado al actual ministro de Defensa, Pedro Morenés, que fue consejero de Instalaza hasta marzo de 2009.