Francisco Cal se perfila como el 'pacificador' entre las ingenierías
Un veterano del sector de las infraestructuras, Francisco Cal, es el máximo candidato para tomar en las próximas semanas las riendas de la patronal de la ingeniería Tecniberia. Hombre de consenso y con experiencia en el sector público, Cal ya fue presidente del colectivo entre 2003 y 2008. Su tarea será aplacar el ambiente interno de disensión y plantar cara a la profunda crisis del sector.

La asamblea de Tecniberia celebrada en julio se dejó uno de los temas candentes en el aire: la elección del presidente. La patronal de la ingeniería, que agrupa a 300 empresas, decidió tomarse agosto y retomar el asunto en septiembre con la intención de suavizar asperezas internas. Además, está el triple reto de presionar a Fomento para que impulse nueva obra civil, subir al carro de los proyectos que beben de los fondos españoles de cooperación y, en definitiva, impulsar la internacionalización del sector.
Distintas fuentes apuntan a Francisco Cal como el más firme candidato a hacerse con la presidencia. Su perfil es el del pacificador u hombre de consenso que tendrá que aunar intereses particulares de las distintas federaciones e incluso empresas. También se prima su agenda y la experiencia en los sectores público y privado. Con 73 años, simplemente había que convencerle de que no se jubile, cuestión que parece resuelta.
El ingeniero industrial y economista Francisco Cal fue directivo y consejero de Renfe, presidió Aena entre 1988 y 2000, dirigió la consultora Soluziona entre 1990 y 1998, ocupó un alto cargo en Eurocontrol hasta 2007 y su último sillón ha sido el de presidente de la consultora de estrategia y liderazgo Leadair. Por Tecniberia pasó como presidente en los años de bonanza, entre 2003 y 2005, cuando la ingeniería alcanzó sus mejores volúmenes de negocio al calor del boom de la construcción.
El aspirante ha ocupado altos cargos en Renfe y Aena
Tras su marcha fue José Luis González Vallbé quien asumió el puesto en la patronal, dejándolo vacante prácticamente con el arranque de legislatura.
Disparidad
Los problemas en Tecniberia, muchos de ellos latentes desde hace años, han salido a la luz conforme ha ido agravándose la crisis. La patronal cuenta con decenas de ingenierías enfocadas a la ingeniería de obra civil, pero también tiene asociadas del ámbito aeronáutico, energético, industrial, etcétera. Sus preocupaciones no siempre coinciden.
En plena recesión económica, y con los proyectos dosificados al máximo por las Administraciones, también se ha dado el caso de asociaciones territoriales que han demandado que sus ingenierías asociadas gozaran de prioridad en los proyectos promovidos por sus Comunidades Autónomas. Un hecho que ha causado seria disensión interna en la gran patronal que forman entre todas.
La situación desembocó el pasado mes de febrero en la creación de la asociación Fidex, en el seno de la propia Tecniberia, formada por diez de las mayores referencias (Eptisa, Inypsa, Typsa, Inocsa, Prointec, Euroestudios, Euroconsult, Entecsa-Inarda, Paymascostas y Getinsa) y con la excelencia como leitmotiv.
Desde Fidex se ha insistido en que su nacimiento no se debe a un intento de escisión de la patronal. Sin embargo, las directivas de ambas entidades han visitado por separado el Ministerio de Fomento en busca de soluciones para un sector que urge la licitación de proyectos e incluso la recuperación de contratos adjudicados años atrás y paralizados por la falta de presupuesto.
Otro frente abierto con el Gobierno es el del papel que juega en el menguante mercado español la ingeniería pública Ineco. La entidad, participada por Adif, Renfe y Aena, se llevó en mayo por encomienda de gestión (sin concurso) uno de los contrato estrella de Fomento en la presente legislatura: el proyecto para la implantación del ancho estándar europeo en el corredor Mediterráneo de ferrocarril. Sus rivales privados llevan años demandando al Gobierno que no abuse de esta fórmula de adjudicación y utilice a Ineco para abrir camino en el exterior, presentándose a concursos internacionales en consorcio con ingenierías de este país.
Un independiente con experiencia
Tecniberia lleva meses buscando una persona conocedora del sector de la ingeniería, pero que no se deba a los intereses de ninguna empresa. La figura de la presidencia de turno, que complementara al director general Ángel Zarabozo, gustaba por el ahorro que suponía a las arcas del colectivo. Sin embargo, es la fórmula que levanta más recelo entre los socios.El presidente, a juicio de una amplia mayoría, debe ser un independiente y prácticamente hay unanimidad en que la figura de Francisco Cal Pardo, de 73 años, es la idónea.En su anterior paso por la patronal, en 2003, fue una figura clave para coser la fusión de los dos grandes patronales españolas de la ingeniería: Tecniberia y Asince. Su misión ahora, de salir adelante su nombramiento, es la de evitar cualquier intento de desmembración.
Presidencia interina
Entre la salida de González Vallvé y el fichaje del próximo presidente, el puesto de máxima representación de Tecniberia recae en Pedro Canalejo, cabeza visible de Asicma (Asociación de Empresas de Ingeniería de Madrid) y director general de Alatec.